Vicenta, de Dario Doria. Selección Oficial Fuera de Competencia.
Proyecciones: 22 23 24 de Noviembre.
Vicenta limpia casas ajenas, además de la suya. Vive con Laura, su hija de 19 años, quien sufre de un retraso madurativo. En una visita al médico, se enteran de que Laura está embarazada, producto de una violación por parte de un familiar. La ley es clara al respecto: Laura puede abortar. Pero el sistema se encargará de poner todo tipo de trabas para que esto no suceda. El director Darío Doria se vale de un hecho real ocurrido en 2006 para narrar esta historia desgarradora pero, finalmente, esperanzadora, debido a la lucha de Vicenta. Y lo recrea casi íntegramente con muñecos de plastilina en escenarios en miniatura. Doria recurre a unos movimientos de cámara precisos que, sumados a una voz en off altamente efectiva y empática a cargo de Liliana Herrero, logran hacer de Vicenta una película tan necesaria como bella.
Las credenciales, de Manuel Ferrari. Competencia Argentina de Cortos.
Proyecciones: 22, 23 y 24 de Noviembre.
Las credenciales narra el viaje de Juan –que podría ser Pedro o María–, un hombre que vive y trabaja en el río. Juan atraviesa distintos medios de transporte que lo llevan al aeropuerto. Pasado el vuelo, es dudosamente aceptado por las autoridades migratorias europeas. Juan conoce a Johannes –podría ser Claus o Franz–, que trabaja y vive en Alemania y cuya vida no parece muy distinta de la de Juan pero a la vez lo es.
Las sombras, de Paulo Pécora. Competencia Argentina de Cortos.
Proyecciones: 24, 25 y 26 de Noviembre.
En su casa escondida en medio de la selva, una vidente es visitada por tres extrañas que le piden que las ayude a invocar a un antepasado en un ritual espiritista. Este encuentro indeseado se convertirá en una pesadilla.
Los primos esperan, de Marina Nerea Malchiodi. Competencia Argentina de Cortos.
Proyecciones: 22, 23 y 24 de Noviembre.
Paula, Santiago, Lucía y Nicolás deciden permanecer en la casa de su recientemente difunta abuela mientras el resto de los adultos concurren a su velorio. Entre viejos juegos, nuevas preguntas y una ausencia que aún late entre las paredes, los primos encontrarán nuevas formas de lidiar con la pérdida.
The Woman Who Ran, de Hong Sangsoo. Autores.
Proyecciones: 27, 28 y 29 de Noviembre.
Durante los días en que su marido se va de viaje de negocios, la joven Gamhee aprovecha la primera vez que está sola –en los cinco años que lleva casada– para visitar a tres amigas. Esos tres encuentros organizan la estructura de la película, pero esa aparente sencillez formal esconde, en cada una de las secuencias, los secretos de la poción mágica de Hong: la repetición sutil de los recursos ya conocidos en su cine, las aventuras dialécticas de lo cotidiano, que van desplegando poco a poco los detalles que delinean las características de los personajes principales, que en esta ocasión son exclusivamente mujeres. Es más: cada vez que alguna figura masculina secundaria entra en escena –o es mencionada–, incomoda o resquiebra la armonía del relato. Más de veinte películas como director, y el cine de Hong sigue buscando nuevos caminos.
The Last City, de Heinz Emigholz. Autores.
Proyecciones: 25, 26 y 27 de Noviembre.
La nueva película de Heinz Emigholz comienza con Jonathan Perel contándole a John Erdman (los dos fueron protagonistas de su película Streetscapes, de 2017) sobre un sueño que tuvo, en el que una ciudad cambiaba de posición constantemente y donde todas las personas con las que hablaba cambiaban todo el tiempo de rol. Esto último sucede en la película misma: se trata de varias historias que transcurren en distintos lugares del mundo (Beerseba, Atenas, Berlín, San Pablo y Hong Kong), y uno de los actores tiende a reaparecer en la historia siguiente con un papel diferente. Con una predominancia de los planos oblicuos, Emigholz registra conversaciones sobre diferentes temas y pone a las ciudades y su arquitectura como un personaje más, huyendo de la solemnidad en favor de un tono siempre jocoso y juguetón.
Correspondencia, de Dominga Sotomayor y Carla Simón. Competencia Latinoamericana de Cortos.
Proyecciones: 22, 23 y 24 de Noviembre.
En forma de una conversación epistolar filmada, dos jóvenes cineastas hablan sobre cine, el presente y pasado familiar, la herencia y la maternidad. Las reflexiones personales y profundas –que se encarnan en las delicadas imágenes tomadas día a día– de repente se hacen eco de la emergencia política de un país.
Moving On, de Yoon Dan-bi. Competencia Internacional.
Proyecciones: 25, 26 y 27 de Noviembre.
El mismo año que otra película coreana sobre familias, clases sociales y problemas inmobiliarios marcaba un hito en la historia del cine mundial, la joven directora Yoon Dan-bi realizaba su ópera prima con elementos similares, pero con una mirada centrada en la introspección de sus personajes y una notable sensibilidad para realizar un retrato sobre la vida de una familia, utilizando las herramientas cinematográficas con simpleza y sabiduría. Luego del divorcio de sus padres, la adolescente Okju, junto a su padre y su hermano, se muda a la casa de su abuelo. A partir de ese momento, las rutinas de la familia se verán cambiadas, lo que les da un nuevo sentido a las vidas y a los sentimientos de los protagonistas. “Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera”, aseguró Tolstoi en su famosa frase. En Moving on la felicidad y la tristeza se entrecruzan todo el tiempo, creando un universo tan reconocible como personal.
El país de las últimas cosas, de Alejandro Chomski. Selección Oficial Fuera de Competencia
Proyecciones: 27, 28 y 29 de Noviembre.
Luego de llevar al cine la novela de Adolfo Bioy Casares, Dormir al sol, Alejandro Chomski se sumerge en un desafío que parecía imposible: adaptar El país de las últimas cosas, la novela de ciencia ficción que Paul Auster publicó en 1987, a la pantalla grande. Chomski conoció al escritor estadounidense hace 17 años, cuando el cineasta le transmitió el deseo de convertir su libro en una película. Ambos tuvieron la misma idea: situar la historia en Argentina. Pasaron más de 15 años de esa conversación, pero la imagen se mantuvo intacta. Así, Anne Blume iniciaría su búsqueda y encuentro de heridas en otro espacio, pero bajo la misma atmósfera distópica. Filmada en blanco y negro, El país de las últimas cosas es el resultado del intercambio entre el cineasta argentino y el autor, que trabajaron juntos en el guion.