El último documental ensayístico de la directora francesa Dominique Cabrera, explora una extraña conexión familiar con la icónica película de ciencia ficción de Chris Marker, La Jetée (1962). Cabrera, a partir de una investigación iniciada por su primo Jean-Henri, se adentra en una intrincada red de recuerdos familiares, conexiones históricas y vínculos artísticos que se desarrollan alrededor de la obra de Marker y su contexto político. La obsesión de Jean-Henri surge al reconocer en un fotograma de la película a una familia observando aviones en la plataforma de observación del aeropuerto de Orly, convencido de que son él y sus padres.
El documental, estrenado esta semana en DOK Leipzig, sigue el viaje de Cabrera mientras entrevista a familiares y colaboradores de Marker, explora archivos fotográficos y recorre locaciones clave para reconstruir el contexto de aquella época. Cabrera revisita Orly para recrear el icónico plano de La Jetée, entrelazando estos elementos con reflexiones sobre el colonialismo francés y el final de la guerra de Argelia en 1962. El resultado es una obra ecléctica y profundamente personal, que, aunque en ocasiones parece dispersa, cautiva con su peculiar mezcla de nostalgia y misterio.
La Jetée es un hito del cine experimental, construido casi enteramente a partir de fotografías, salvo un breve y emotivo plano en acción viva. La obra de Marker explora la memoria, el amor y el tiempo de una manera única, temas que Cabrera también revisita en su documental. En su intento por descifrar las posibles conexiones entre Marker y su familia, descubre giros inesperados, como el hecho de que el actor principal de La Jetée, Davos Hanich, creció en el mismo barrio argelino que su familia, e incluso pudo haber tenido una relación amorosa con su tía.
Cabrera imprime un toque personal al proyecto, pero algunas de sus conjeturas se sienten frágiles y ciertos detalles podrían haberse explorado con mayor rigor. Sin embargo, la película ofrece momentos genuinamente conmovedores y plantea una reflexión sobre la naturaleza de la memoria y la construcción de la historia familiar. A pesar de su enfoque un tanto introspectivo y un estilo que exige paciencia, La Jetée, The Fifth Shot representa una carta de amor a la obra de Marker, cautivando a los cinéfilos y nostálgicos del cine de autor.
