Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Kora (2024), de Cláudia Varejão

“Llevar solo lo que se pueda cargar pegado al cuerpo: un retrato y la memoria”

Por Nathália Oliveira

Emigrar es un tipo muy específico de movimiento. No es lo mismo que viajar, ni siquiera es lo mismo que irse un tiempo a estudiar o a trabajar en otro país. Emigrar es irse sin tener un lugar al que volver. En la mayoría de los casos, es irse llevando solamente lo que se puede cargar junto al cuerpo: lo que cabe en una mochila. Y es este aspecto de la emigración el que guía y agrupa las historias contadas en Kora, el cortometraje dirigido por Cláudia Varejão, que tuvo su estreno mundial en la Giornate degli Autori del Festival de Venecia.

El título de la película hace referencia al mito griego que relata el origen del dibujo y de la pintura en el mundo occidental: en la última noche con su amado, antes de que él se marchara a la guerra, la joven Kora descubre que puede trazar en la pared la línea de contorno que la figura de su amado proyecta con la luz de una vela. Así, ella puede preservar su imagen durante su ausencia. Este sería el primer retrato consciente de la historia, creado con el objetivo de preservar la memoria del ser amado. Y es justamente el retrato de alguien a quien se ama lo que Varejão utiliza como motor de los cinco relatos de mujeres refugiadas en Portugal, contados a través de una mirada íntima y poética en Kora.

La fotografía es casi todo el tiempo en blanco y negro, y siempre con el objetivo muy cerca de los cuerpos de las personajes. Es un recordatorio de que, a pesar de la dimensión colectiva y política de los refugiados en Europa que acompañamos por las noticias, esta es una película que busca la dimensión íntima de la historia de cada una. Una intimidad que nos acerca a sentimientos universales como el amor, la soledad y la necesidad de usar la memoria como refugio.

Como cada una de las cinco personajes tiene un origen distinto, el sonido de la película navega por cinco idiomas distintos, además del portugués, que se escucha brevemente en las máquinas de sacar fotos utilizadas por Varejão como dispositivo para mostrar el rostro de cada una de las protagonistas, el único momento en colores de la película. Es interesante observar que este tipo de retratos, en 3×4, son los que se utilizan para documentos como pasaportes, DNI, etc. Es el “registro oficial”, donde se documentan sus rostros, pero no su pasado ni su subjetividad.

En Kora, Varejão se encarga justamente de ese registro que los documentos oficiales no son capaces de hacer. Se encarga de lanzar una mirada humana hacia una condición absolutamente deshumanizante: la de verse obligada a salir de su país, dejando atrás sus hogares y amores para poder sobrevivir, llevando consigo básicamente lo que pueden cargar pegado al cuerpo: un retrato del ser amado y la memoria.

Titulo: Kora

Año: 2024

País: Portugal

Director: Cláudia Varejão

25% De descuento en suscripción Anual