“Una caricatura entrañable”
Por Valentina Soto
Una película fresca y audaz que se adentra en el mundo del cine independiente con un enfoque satírico sobre la industria cinematográfica y el género de los thrillers de asesinos en serie. A través de su mirada irreverente Killerwood ofrece una crítica divertida y precisa sobre los entresijos de un rodaje, mientras juega con las expectativas del público en relación con el cine de suspenso.
La historia sigue a Titos, un joven director que está preparando un thriller sobre una serie de asesinatos en Atenas, pero mientras el equipo comienza a enfrentar obstáculos imprevistos, incluyendo misteriosas amenazas, el proyecto se convierte en un juego dentro del juego. Massalas, con gran habilidad, se adentra en una sátira de la industria cinematográfica, donde la vanidad, los egos desmesurados y las tensiones en el set se mezclan con las clásicas fórmulas de los thrillers de asesinos. El resultado es una propuesta que, sin ser demasiado rebuscada, capta la esencia de lo que significa hacer cine independiente hoy en día, con sus virtudes y defectos. El mayor atractivo de Killerwood es su capacidad para mezclar el humor y la crítica de una manera ligera pero efectiva. El personaje de Titos es un director que se toma a sí mismo demasiado en serio, se convierte en una caricatura entrañable junto a Elsa, la actriz principal, quien ofrece una interpretación sólida que equilibra perfectamente el tono satírico de la película. Massalas no sobrecarga la película con los típicos recursos del mockumentary, sino que opta por un enfoque más sutil que se aleja de los clichés esto le da a Killerwood un aire de autenticidad en sus giros y así destaca por su originalidad y su capacidad para mezclar géneros sin perder su frescura. La película ofrece una experiencia divertida con su combinación de comedia, suspenso y crítica, Massalas crea una película que no solo se disfruta, sino que también se siente necesaria dentro del panorama actual del cine independiente.