Kavur (2023), de Fırat Özeler

“La representación de los sueños”

Por José Carlos Donayre Guerrero 

Una película que trabaja sobre la idea del viaje, del desplazamiento a través de la memoria y a la vez de movimiento hacia el futuro. Desde imágenes de archivo, fotografías y de lugares solitarios y sin personajes protagonistas, tiene un trabajo visual sobre la idea y la posibilidad de hacer una representación de los sueños y al mismo tiempo en contar la historia de una vida.

Una joven mujer realiza el mismo camino del director de cine turco Ömer Kavur, que tanto admira y para ello emprende un viaje por los lugares donde él estuvo a lo largo de su vida para ver si de ese modo puede encontrar las mismas motivaciones. A partir de ahí es una película sin personajes, de lugares, de ciudades, carreteras, rostros desconocidos, la forma de contar la vida de los dos desde los espacios. Y todo se realiza desde un diálogo ficticio. Las dos voces que hablan del pasado y el presente. 

El uso de la voz en off es un recurso interesante que construye toda la atmósfera y el ambiente del relato. El uso del recuerdo se plantea desde la forma de un diario personal de dos personajes. El diálogo le da la estructura a la película, y también el ritmo, desde la presencia del silencio. La voz es lo más importante para lograr un encuentro, entre un ir y venir que produce toda la emoción.

El relato tiene una metáfora que relaciona el viaje y el sueño. Lo onírico habita en cada secuencia en el libre desplazamiento, incluso al tener un avance cronológico. Es una metáfora que se relaciona con la literatura. Además, la película se divide en capítulos y cada uno empieza con una cita. De esta forma, alcanza diferentes niveles.   

Firat Özeler realiza un trabajo interesante desde el texto y desde la estructura en su totalidad. La palabra tiene una identidad propia. Le otorga a la película un leit motiv musical propio y la intención de terminar el viaje donde empieza. La misma casa, la ventana principal, aparece al inicio y al final.  La idea de circularidad completa el trabajo estético. De igual manera, dejar al final un extracto y representación de un cortometraje de Ömer Kavur, hace que además de la ficción, su película también construya una relación con el director turco.

Así mismo, la forma del diario personal, en este caso de diario visual de Ömer Kavur, se convierte en la historia de la vida de un artista, de sus dudas, de sus recuerdos y pensamientos, de la soledad y su relación con su familia, Y todo desde el espacio geográfico. Al mismo tiempo, la joven mujer que viaja cuenta sus vivencias desde los lugares que ve. En este punto la emotividad que surge de la combinación de las dos voces en primera persona, de las coincidencias y del diálogo muestran que es una película sobre la comunicación. Y todo empieza en el espacio. Ömer Kavur desde sus cartas y lo que dice la joven mujer hacen que el espacio sea el elemento central desde donde se organiza la película. 

Y también es una reflexión sobre el cine, sobre la relación entre la imagen y la voz, la dualidad entre la memoria y la ficción y la representación del sueño.