“¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar en nuestra búsqueda por entender el universo?”
Por Mauro Lukasievicz
Michael Almereyda y Courtney Stephens exploran la singular figura de John Lilly, un hombre cuya vida osciló entre la rigurosidad científica y el delirio místico. Narrado por la inconfundible voz de Chloë Sevigny, el documental se sumerge en la vasta y a menudo insólita trayectoria de este investigador, famoso por sus experimentos con delfines, su relación con el LSD y su creencia en una misteriosa organización extraterrestre que rige el destino humano. El trabajo de Lilly con los delfines en las décadas de 1950 y 1960, que incluyó intentos pioneros de comunicación interespecie, lo convirtió en una figura revolucionaria dentro de la neurociencia y la etología. Pero sus ideas también lo alejaron del rigor académico, llevándolo a concepciones cada vez más esotéricas. Almereyda y Stephens capturan este proceso con una mirada inquisitiva y sin prejuicios, permitiendo que el espectador se adentre en la mente de un hombre que buscó trascender los límites de la ciencia tradicional.
El documental brilla en su capacidad para balancear el asombro y el escepticismo. En lugar de simplemente desacreditar a Lilly, la película destaca su imaginación especulativa y su valentía para explorar lo desconocido. Sus experimentos con drogas alucinógenas y sus sesiones en tanques de aislamiento sensorial lo llevaron a descubrir lo que él llamó la Earth Coincidence Control Office (ECCO), una entidad que supuestamente manipulaba la realidad a través de coincidencias significativas. Esta idea, que podría parecer salida de una novela de ciencia ficción, es presentada en la película con una mezcla de ironía y fascinación.
Visualmente, John Lilly and the Earth Coincidence Control Office es una experiencia inmersiva. Almereyda y Stephens combinan material de archivo inédito con entrevistas recientes y una narrativa fragmentaria que se acerca más a un poema audiovisual que a un documental tradicional. La voz de Sevigny, con su tono entre cálido y distante, encaja perfectamente con la atmósfera de la película, que se desliza entre la nostalgia y la investigación histórica. La banda sonora, compuesta por texturas electrónicas y sonidos hipnóticos, refuerza la sensación de estar explorando un universo alternativo.
Uno de los mayores logros del documental es su capacidad para contextualizar a Lilly dentro del panorama histórico de la Guerra Fría y el auge de la contracultura. Sus investigaciones atrajeron la atención de la comunidad científica, pero también del ejército y la CIA, que veían en sus descubrimientos posibles aplicaciones militares. Con el tiempo, su alejamiento de la ciencia convencional y su creciente fascinación por lo místico lo llevaron a ser visto como un excéntrico, aunque su legado continúa influyendo en diversas áreas, desde la biología marina hasta la exploración de estados alterados de conciencia. Lejos de una biografía convencional, la película adopta un enfoque que respeta la complejidad del personaje. En lugar de emitir un juicio definitivo sobre Lilly, los directores permiten que su historia hable por sí misma, iluminando tanto sus aportes pioneros como sus excesos más extravagantes. En este sentido, el documental es también una reflexión sobre los límites del conocimiento humano y la delgada línea entre la genialidad y la locura.
En un mundo donde la pseudociencia y las teorías conspirativas han ganado un espacio preocupante en el discurso público, con figuras como Donald Trump, Elon Musk y Javier Milei, reconociéndose a si mismos como negadores del calentamiento global o la eficacia de las vacunas, John Lilly and the Earth Coincidence Control Office ofrece un testimonio valioso sobre la necesidad de mantener un equilibrio entre la curiosidad sin límites y el rigor crítico. Es un film que, sin caer en el sensacionalismo, rescata el espíritu de exploración y cuestionamiento que caracterizó a Lilly, dejándonos con una pregunta que sigue resonando: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar en nuestra búsqueda por entender el universo?
Este proyecto también demuestra la versatilidad de Courtney Stephens como directora. Muy diferente a Invention, su película anterior, aquí se adentra en un terreno mucho más especulativo y conceptual. Su capacidad para aplicar grandes ideas a distintos estilos cinematográficos refuerza su lugar como una cineasta de gran ingenio, capaz de moverse entre diferentes enfoques narrativos sin perder su identidad autoral.

Titulo: John Lilly and the Earth Coincidence Control Office
Año: 2024
País: Estados Unidos
Director: Michael Almereyda y Courtney Stephens