“Expectativa vs. realidad”
Por Lucía Roitbarg
El título de la primera película de la directora británica Molly Manning Walker resulta atrapante por su forma de mencionar el sexo como si fuera parte de una receta. Esto es más que atinado para despertar el interés, porque las recetas o fórmulas (del tipo que sean) suelen tener un atractivo al normalizar y sustraer las diferencias y pretender así que les sienten a todas las personas por igual, y que el éxito, entonces, está asegurado de antemano. Pensar el sexo como una receta induce a eliminar los matices que conducen a nuevas preguntas o problematizaciones, por ejemplo: ¿qué es el sexo? o ¿como tener sexo en determinado momento de la vida?, o ¿como tener sexo siendo mujer?, y así. Los grises son muchos cuando se intenta profundizar en este tema y la realizadora es consciente de ello. Sin embargo, la película se detiene con cierta ligereza en una temática que abría espacios más que interesantes y polémicos para ser abordados con mayor profundidad.
¿Cómo tener sexo? es la pregunta guía del personaje de Tara, la única de las tres amigas que no tuvo su primera relación sexual y tiene un especial interés por tenerla en estas idealizadas vacaciones en la isla de Malia, Grecia. En ese intento la acompañamos durante la película, y los problemas con los que se encuentra son los típicos de una adolescente en un momento de despertar sexual, si bien la pregunta del título avanzado el relato empieza a teñirse de muchas dudas cuando la posibilidad de tener sexo deja de reposar en la mera fantasía. La inocencia, el desconocimiento, la presión de las amigas, el contexto y el deseo en medio de todo eso generan en Tara una angustia que, aunque sea por las vacaciones, va a tener que ocultar.
Hay un logro de Walker que resulta pertinente mencionar en primer lugar: las imágenes permanentes, es decir, en todas las escenas, de cuerpos cuasi desnudos de hombres y mujeres. Estas imágenes son esenciales para comprender el clima o las sensaciones que la película quiere transmitir. El exceso de alcohol se mezcla con una excesiva sexualización de los cuerpos, pero más precisamente el de las mujeres. Esta hipersexualización que retrata la película, está hoy ampliamente difundida principalmente en el uso de aplicaciones y redes sociales. La directora no toma una posición al respecto pero produce un contrapunto de gran riqueza argumental cuando introduce la contracara de estas imágenes, que son aquellas en donde se vislumbra la posibilidad de Tara o sus amigas de tener un encuentro genuino con el cuerpo de otra persona. A partir de acá todo se relativiza y nuevos signos de interrogación aparecen.
Las escenas para poder desarrollar esos contrapuntos mencionados son breves, pero permiten una conexión diferente: son los momentos más solitarios del personaje de Tara, o algún encuentro minúsculo con Badger, uno de los amigos nuevos que conoce en el lugar y con quien parecería haber atracción inmediata. Cuando el registro se aleja de estas zonas más íntimas se obsesiona un poco con las imágenes en donde los jóvenes quedan algo cristalizados en el desborde, sea de consumo de alcohol como de los límites sobre lo que hacer o no con el cuerpo propio y ajeno, y hasta se trasluce una exagerada frivolización de sus conductas.
La película redunda en muchas ocasiones porque hay escenas que anticipan el pudor y la imposibilidad de la concreción, lo que mantiene a Tara preocupada, para confirmar luego que avanzar en su meta no será gratuito emocionalmente para ella. Este conflicto que la película coloca en primer plano no termina de problematizar esas zonas grises mencionadas antes, como por ejemplo, el consentimiento de las partes para tener sexo o la desinformación sobre lo que implica tener encuentros sexuales en un mundo que parecería mercantilizarlos cada vez más. Más allá de esto, es atinado que el sexo, en su representación más obvia, apenas le inquieta a la directora y esto se traduce en una película que despierta una reflexión sobre las dificultades de atravesar un momento de la vida donde los límites, la transgresión y las fantasías necesitan ponerse a prueba, y donde paradójicamente esto no siempre está acompañado de recursos para poder nombrar y comprender el deseo y el dolor que este también conlleva.
Titulo: How to Have Sex
Año: 2023
País: Reino Unido
Director: Molly Manning Walker