Gran Orquesta (2019), de Peri Azar

“Recordar es luchar contra el olvido”

Por Sebastián Francisco Maydana .

Peri Azar bien podría ser un seudónimo, adecuado a alguien que, por azar, encontró hace ya veinte años un arcón misterioso en un volquete lleno de escombros. Pero no, es el nombre real de la directora, guionista y editora de Gran Orquesta. Si no lo hubiera encontrado, habría terminado en un relleno sanitario. El contenido: las partituras completas de una orquesta con un nombre sugestivo, la Jazz de Héctor. El resultado: un documental convencional que cuenta una parte de la historia olvidada del jazz en Argentina.

Puede parecer paradójico, pero el estilo documental, al tener como referente último algo que podemos llamar el “mundo real”, tiene una mayor libertad narrativa comparado con una ficción. Es que, dado un tema, posee prácticamente infinitas posibilidades de contarlo. En este caso, la autora eligió construir su relato no desde la historia sino desde la música, no desde lo fáctico sino desde lo sensorial, y el resultado es una experiencia fílmica destinada a perdurar en la conciencia del espectador.

Más allá de algunos problemas con el montaje, que a mi juicio desaprovecha el potencial de las imágenes que reúne, el material de archivo y la gran cantidad de entrevistas editadas de forma de ofrecer un relato coral van (re)construyendo una historia que vale la pena contar, no sólo porque completa la información sobre un período de nuestra historia que muchos eligieron olvidar sino porque todavía forma parte de los recuerdos de una parte de nuestra sociedad.

Ya decía Oscar Wilde que en las épocas de auge artístico no existían los críticos. Esto explica por qué no quedaron registros de la historia del jazz en Argentina durante el primer peronismo, por lo que muchos podrían pensar que nunca existió. En efecto, según relatan los entrevistados, el jazz y las big bands eran en aquel momento extremadamente populares, y la de Héctor Lomuto más que otras por su carisma y calidad. En nuestro país, a la falta de críticos se le añade la explícita voluntad de olvidar, en este caso por parte de la llamada “Revolución” Libertadora, que en 1955 comenzó a sepultar, bajo los escombros de la Plaza de Mayo, toda expresión artística que tuviera alguna relación con el peronismo. Recordar es luchar contra el olvido, y contar esta historia olvidada es un acto de resistencia. No es casual que haya esperado hasta este preciso momento en la historia para contar tan importante episodio.

La incorporación de Sergio Pángaro, impresionante personaje del swing porteño, trajeado y con un drink en la mano, es un aditamento necesario para impulsar a uno de los últimos descendientes de la big band de Héctor a volver a interpretar esos standards en público de nuevo, dando una nueva vida a esas partituras encontradas y cerrando el círculo que se abrió con un arcón encontrado por (Peri) azar⚫