Explorando la Caverna Contemporánea en Allégorie Citadine, de Alice Rohrwacher y JR
“El encuentro entre el arte urbano de JR y el cine profundamente poético y alegórico de Alice Rohrwacher ha dado lugar a una obra breve pero poderosa: Allégorie Citadine, un cortometraje de 21 minutos presentado en el Festival de Venecia en septiembre de 2024.“
Por Laura Santos
El encuentro entre el arte urbano de JR y el cine profundamente poético y alegórico de Alice Rohrwacher ha dado lugar a una obra breve pero poderosa: Allégorie Citadine, un cortometraje de 21 minutos presentado en el Festival de Venecia en septiembre de 2024. Este trabajo fusiona de manera sublime la reflexión filosófica con una estética visual sorprendente, tomando como punto de partida la célebre alegoría de la caverna de Platón. Con un enfoque contemporáneo y metropolitano, la película es una reflexión sobre la naturaleza de la realidad, las ilusiones y las cadenas invisibles que nos atan en nuestra vida cotidiana.
JR: Intervenciones urbanas y el poder de la imagen
JR es un artista francés conocido por sus intervenciones urbanas a gran escala, en las que combina fotografía, performance y arquitectura. Su estilo suele compararse con el de Banksy, no solo por el uso del espacio público como lienzo, sino también por su enfoque crítico y político. A lo largo de su carrera, JR ha utilizado imágenes para contar historias de personas comunes, a menudo invisibles en el entramado de la vida urbana, otorgándoles protagonismo a través de sus enormes retratos. Un ejemplo destacado de su trabajo es el proyecto Faces Places (2017), en colaboración con la cineasta Agnès Varda, en el que recorren Francia en busca de personas cuyas historias merecen ser contadas a través de gigantescos murales fotográficos. En este sentido, Allégorie Citadine sigue la misma línea de utilizar la imagen como una herramienta de transformación social y artística, un medio para cuestionar la realidad y empoderar a los individuos.
El cortometraje se inspira en una de sus obras anteriores, Retour à la caverne, una intervención en la fachada de la Ópera de París en 2023. JR, junto con los coreógrafos Damien Jalet y Thomas Bangalter, creó la performance Chiroptera, en la que reflexionaban sobre el mito de la caverna de Platón, sugiriendo que la realidad percibida es una ilusión, y que el verdadero conocimiento solo puede alcanzarse al liberarnos de las cadenas que nos atan a la ignorancia.
Alice Rohrwacher: Poética, realismo mágico y alegoría
Por su parte, Alice Rohrwacher es una directora italiana que ha dejado una marca imborrable en el cine contemporáneo con películas profundamente líricas como Lazzaro felice (2018) y La Chimera (2023). Su estilo cinematográfico está impregnado de un realismo mágico que transforma la vida cotidiana en una fábula, en la que lo extraordinario se filtra a través de los elementos más simples de la existencia. Rohrwacher trabaja con símbolos y alegorías, siempre explorando las tensiones entre lo visible y lo invisible, lo tangible y lo metafórico, temas que resuenan poderosamente en Allégorie Citadine.
Su cine aborda cuestiones de espiritualidad, desigualdad y la conexión entre el pasado y el presente. En Lazzaro felice, por ejemplo, utiliza la figura de un joven campesino bondadoso para plantear una crítica sobre la explotación y las diferencias de clase en una Italia rural y atemporal. Esta tendencia a conectar lo material con lo etéreo, lo social con lo filosófico, es un rasgo distintivo que también está presente en Allégorie Citadine.
La Alegoría de la Caverna: Filosofía y Cine
La alegoría de la caverna de Platón es un mito que ha cautivado a filósofos y artistas a lo largo de los siglos. En esta alegoría, Platón describe a un grupo de prisioneros que han estado encadenados desde su nacimiento en una cueva, donde solo pueden ver sombras proyectadas en una pared. Para estos prisioneros, las sombras constituyen la realidad, ya que no conocen nada más. Sin embargo, uno de ellos logra liberarse de sus cadenas y escapa de la cueva, descubriendo el mundo exterior. Este mito plantea preguntas fundamentales sobre la percepción de la realidad, la verdad y la liberación del pensamiento.
En Allégorie Citadine, JR y Rohrwacher trasladan esta reflexión filosófica a un contexto contemporáneo y urbano. El protagonista es Jay, un niño de siete años, quien se convierte en la figura central de esta reinterpretación moderna de la caverna platónica. Al igual que el prisionero de Platón, Jay está atrapado en una realidad ilusoria, representada por el entorno urbano, pero a través de un simple juguete –un caleidoscopio de cartón– comienza a cuestionar esa realidad y busca algo más allá.
La trama de Allégorie Citadine es deliberadamente simple, pero está cargada de simbolismo. Jay, acompañado por su madre (interpretada por Lyna Khoudri), llega tarde a un ensayo de ballet en París. Aparentemente, el retraso se debe a la enfermedad de Jay, aunque el espectador pronto descubre que el motivo real es que su caleidoscopio se ha roto durante la carrera. Este pequeño detalle se convierte en el desencadenante de una serie de eventos que transformarán la percepción de la realidad de Jay y del espectador. El teatro, dirigido por Leos Carax, juega un papel clave en la película como el espacio donde la ilusión y la realidad se entrelazan. La madre de Jay se enfrenta a las exigencias de la vida cotidiana mientras su hijo, a través de su juguete roto, accede a una dimensión paralela, un espacio donde las paredes del teatro se desvanecen y la ciudad misma se transforma en un paisaje de fantasía. Aquí es donde la obra de JR se despliega de manera espectacular: las paredes del edificio se convierten en portales hacia un mundo onírico, lleno de grafitis y colores vibrantes. El niño, liberado de las limitaciones de la realidad física, se adentra en un espacio que desafía la lógica y la gravedad.
La danza, otro tema recurrente en Allégorie Citadine, simboliza el movimiento entre lo tangible y lo ilusorio. El ballet dentro de la película no solo es una representación artística, sino también un reflejo del viaje de Jay: un baile entre dos mundos, el de la realidad y el de la imaginación. Esta transición es acentuada por el uso de CGI, que convierte la arquitectura de la ciudad en un paisaje mutable y líquido, donde todo parece estar en un constante estado de transformación.
Finalmente, la película culmina con una declaración poderosa: “Quizás no sea suficiente decir que las imágenes son ilusiones, porque las cadenas son reales”. Esta frase resuena con una verdad liberadora. Aunque vivimos rodeados de imágenes y simulacros, las cadenas que nos atan –ya sean sociales, políticas o psicológicas– son muy reales. Allégorie Citadine nos invita a cuestionar esas cadenas, a buscar la libertad más allá de las ilusiones y a imaginar un mundo en el que las fronteras entre lo real y lo imaginario se difuminen. JR y Alice Rohrwacher han logrado crear una película que no solo es visualmente impresionante, sino también filosóficamente profunda. A través de una narrativa sencilla y evocadora, la película nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad, el poder de las imágenes y la posibilidad de la liberación.