Escritos desde el corazón de Wenders
Los píxels de Cézanne y otras impresiones sobre mis afinidades artísticas de Wim Wenders fue publicado en Alemania, en 2015, con motivo de su aniversario número 70 y editado en Argentina por Caja Negra.
Por Belén Ruiz Jelenic
Win Wenders dice que solo escribiendo puede pensar las cosas hasta el final y que sus ideas van cobrando claridad a medida que ve sus palabras escritas y dejan de ser un pensamiento. Con esta reflexión comienza Los píxels de Cézanne y otras impresiones sobre mis afinidades artísticas, un libro que reúne los escritos del cineasta alemán sobre otros artistas. Wenders narra con ritmo, generosidad y simpleza pero sobre todas las cosas se expresa desde el corazón.
¿Cómo es el proceso creativo de un artista con una obra tan prolífica? ¿La inspiración es un don o es un oficio que se construye? Comencé a leer el libro con estas preguntas disparadoras para explorar las particularidades de cada artista y entender por qué son tan importantes para su narrador. Sin dudas la influencia que absorbió de cada uno de ellos marcó su camino artístico. En su texto sobre los westerns dirigidos por Anthony Mann refuerza esa idea porque cuando los descubrió abandonó sus estudios de pintura y decidió dedicarse al cine.
Ambas disciplinas construyen su mirada poética y son el motor de su inspiración. El cineasta reflexiona sobre los cuadros del artista Edward Hopper ya que fueron modelo de varios encuadres durante el rodaje de El amigo americano (1976). Hopper no solo dejó una huella importante durante el proceso creativo de sus películas sino que, además, lo define como un gran narrador del lienzo con una especial pasión por el cine. Y considera que New York Movie (1939) es una de las pinturas más despreocupadas de su obra. “Una acomodadora está de pie, sumergida en sus pensamientos (ya conoce la película de memoria), apoyada en una pared a la media luz de la sala, irradia una paz y una serenidad que no tiene casi ninguna otra figura de sus cuadros”, describe en su libro
Luego, en el capítulo dedicado al cineasta Michelangelo Antonioni, Wenders profundiza sobre su amistad y cómo fue la experiencia de trabajar con él. Quizá lo más interesante de sus palabras dedicadas a Antonioni no tienen que ver con su apreciación artística sino más bien con la experiencia de haber sido testigo de un momento crucial en la vida de un ícono del cine italiano.
También aparecen en esta edición otras influencias de Wenders como las fotografías de Peter Lindberg, el cine de Ozu, los diseños de Yohji Yamamoto y la danza de Pina Bausch. Estos textos reunidos nos acercan un poco más al alma del director y nos revelan que para comprender la obra de un artista también hay que conocer sus más profundos pensamientos.
Titulo: Los píxels de Cézanne
Autor: Wim Wenders
Editorial: Caja Negra
