Érase una vez en Quizca (2021), de Nicolás Torchinsky
“Explorar las propias imágenes”
Por Belén Paladino.
La noche brillante del monte, los trabajos del día, la amplitud del paisaje, la soledad; la conversación como espacio de encuentro, el narrar como forma de evocar a lxs ausentes; son algunos de los elementos que se despliegan en Érase una vez en Quizca de Nicolás Torchinsky.
La palabra tiene el poder de acercar- al menos por un momento- al querido amigo que ha muerto. La imagen en un comienzo se corresponderá con la palabra y lentamente se irá desprendiendo de ella para volverse más sugerente, creando una atmósfera donde se percibe el discurrir del tiempo y las transformaciones que produce en el espacio. Como una suerte de danza la palabra y la imagen se acercarán, se alejarán y volverán a encontrarse para crear una atmosfera que oscila entre la vigilia y el sueño- que es quizás el tiempo propio de la evocación.
Pero el discurrir del tiempo no se percibirá únicamente en lo narrado, también lo hará por fuera de la película. Si el material fílmico continúa transformándose dentro de las latas y el paso del tiempo dejará sus huellas en él; el tiempo también transcurre para el material dormido en un disco rígido. Reencontrarse con material filmado hace tiempo es como verlo por primera vez bajo una nueva luz. El director reactualiza imágenes y sonidos que había registrado para su película La nostalgia del centauro (2017) para crear un nuevo proyecto. La visualización del propio material se vuelve un hecho creativo, se trata de encontrar en lo que fue descartado algún nuevo destello, de descubrir una nueva forma de entrelazar imágenes y sonidos. Las imágenes y sonidos se vuelven materia viva, entramado abierto que esconde nuevas e infinitas posibilidades. Lo excepcional, ese destello no se manifestará tan rápidamente, no develará su misterio ante una mirada desprevenida, es preciso una mirada sensible y paciente. Es parte del quehacer cinematográfico realizar un trabajo profundo de visualización, de espera e interpretación de los secretos que esconden las propias imágenes y sonidos. En ese sentido, Érase una vez en Quizca es doblemente un proceso de introspección, por parte del protagonista que evoca su pasado y por parte de su director que vuelve a explorar sus propias imágenes. Torchinsky demuestra que el tiempo es el mejor aliado dentro y fuera de la pantalla.
Titulo: Érase una vez en Quizca
Año: 2021
País: Argentina
Director: Nicolás Torchinsky