Por Mauro Lukasievicz
La vida de los Jockeys es algo de lo que no se tiene un conocimiento popular ¿Cómo surgió la idea para realizar un cortometraje sobre sus vidas y sus aprendizajes?
No hay mito de origen, más que el antecedente de un cortometraje, Las instancias del vértigo, que filmé hace varios años en el hipódromo de La Plata. Tampoco tengo filiación al mundo hípico. Particularmente, me interesó el trayecto escolar de una profesión que hasta ese momento creía un saber intuitivo. La posibilidad de ficción en sus prácticas análogas, simuladas, me fascinó. Pensé Las Fuerzas como una puesta en escena de esos procedimientos.
Los dos jóvenes jockeys se desenvuelven con una gran naturalidad frente a la cámara ¿Cómo fue el proceso para lograr esto?
Durante varios meses y de forma esporádica, presencié clases. En este trabajo de observación imaginé una línea argumental que documentara el proceso de aprendizaje sin identificar personajes. Detecté roles e imaginé quienes podrían asumirlos en relación a sus recorridos dentro de la escuela. Descomponer en imágenes lo real es un ejercicio de distancias. El método de trabajo se basó en ser paciente, estar a la espera del acontecimiento y confiar en lo imprevisible como así también en generar condiciones para que la escena suceda. Con este procedimiento trabajé algunas situaciones que involucraban recorridos del aprendiz por fuera de la institución. La predisposición de los jockeys y jocketas fue fundamental; la película se terminó escribiendo a partir de sus relatos. Gran parte del mérito de esta transparencia está en el trabajo paciente y silencioso del pequeño equipo que conformamos con Marcos Migliavacca (sonido directo), Franco Palazzo y Luis Migliavacca (cámara y fotografía).
En Las fuerzas hay una gran cantidad de breves, pero muy bellos fragmentos ¿Cómo fue el proceso de edición y que tanto material tuviste que dejar afuera?
Las fuerzas se estructura a modo de intervalos tomando como eje la causalidad del proceso de aprendizaje. Una suma de pequeños acontecimientos donde cada uno de esos fragmentos funcionan como una unidad de sentido. Desde un primer momento, la premisa fue condensar la escena en un plano único y contener la acción entre dos cortes. Generamos poco material, pero el proceso de selección y disección fue exhaustivo. Más allá de traducir una cronología de hechos, el montaje debía funcionar como una estrategia de modulación que alternara picos y mesetas, sin perder la continuidad de la observación en tiempo presente. Con Marcos Migliavacca realizamos un primer corte, buscando sostener el pulso argumental. Posteriormente, con José María Avilés, nos despegamos de la cronología y realizamos un trabajo de ritmos, sincronías, asociaciones y digresiones.
"Las fuerzas se estructura a modo de intervalos tomando como eje la causalidad del proceso de aprendizaje"
¿Cómo se financió Las fuerzas?
Una primer etapa con recursos propios y voluntades amigas. Luego recibí una beca de la Secretaría de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de La Plata que me permitió remunerar esos esfuerzos.
¿Qué directores te sirven de inspiración?
Estoy atenta a autores que apropian lo real, escapan de la mímesis, quiebran el binomio real/ficción o se mueven entre el cine y las artes visuales. Por citar algunos contemporáneos que trascienden disciplinas y soportes: JP Sniadecki, Pedro Costa, Deborah Stratman, Dora García, Yuri Ancarani, Alec Soth.
¿Te encontrás trabajando en otros proyectos?
Si, se llama La raza de los ligeros y continúa la observación sostenida sobre el turf, esta vez, haciendo foco en el animal y sus patrones de conducta. Aún es un boceto, híbrido y disparatado⚫
Titulo: Las fuerzas
Año: 2023
País: Argentina
Director: Paola Buontempo