Por Mauro Lukasievicz
¿Cómo fueron tus primeros acercamientos a Marcos Kramer? ¿Fue luego de leer su libro?
A Marcos Kramer lo conozco a partir de leer su libro. Y a través de esa lectura descubro la existencia de Fernando García Curten y su obra maravillosa. Intento conocer esa obra directamente pero me entero que el museo está cerrado. Lo contacto a Marcos con una incipiente idea de querer hacer un documental y a partir de eso, y gracias a una circunstancia extraordinaria, puedo conocer el museo y a Fernando.
Fernando García Curten se encuentra desaparecido del ambiente artístico desde hace muchos años, el documental es claramente un acontecimiento muy grato. ¿Cómo se contactaron con él y cómo lograron que accediera a participar?
A Fernando entonces lo conozco en esa visita primera y conozco su obra. A partir de esto decido hacer el documental. Es decir, una decisión que se transforma en impulso y trabajo para armar el proyecto. Luego que estamos avanzados con el proyecto lo visito y le planteo la idea de hacer un documental sobre su obra y un bosquejo de su vida: no fue sencillo obtener el sí pero Fernando conocía otros documentales que yo había hecho y eso le inspiró, confianza y seguridad en mí y en lo que quería contar sobre él.
Una vez comenzado el rodaje ¿con que regularidad filmaban y que tan predispuesto se seguía mostrando García Curten?
El rodaje fue organizado de tal forma de no agobiar ni a Fernando ni a Susana, su esposa, ni el espacio de la casa, que está bastante tomado por el Museo y por el Taller de las Artes donde Susana y sus hijas dan clases de danza. Ese rodaje discontinuo permitió, por un lado, evitar el estrés de los protagonistas y por el otro, ir dimensionando lo que era necesario grabar e ir perfilando el rumbo del relato.
¿Qué fue lo que más te sorprendió de su vida y personalidad?
Lo que me sorprende de su vida y su personalidad es su obra, en el sentido que tanto una como otra son coherentes, el anverso y el reverso que se complementan. Y que a pesar de ser una obra, tanto en la escultura como la pintura y el dibujo: densa, compleja y turbadora es a la vez clara, libre y valiente y eso obliga a quien la ve a pensar íntimamente sobre lo que somos y nos rodea. Es como su jardín enmarañado y espeso, pero que a la vez tiene sutiles senderos de luz que te muestran el camino.
Sobre el final del documental realizas una especie de denuncia de que la Casa Museo Fernando García Curten se encuentra cerrada desde el 2015 por trabajos de mantenimiento y conservación, pero esos trabajos nunca comenzaron. ¿Cambió algo de esta triste situación?
Yo no la llamaría denuncia, esa definición no le gustaría a Fernando tampoco. Es una descripción de lo que sucede, digamos. Es la realidad. Esta situación no cambió. Esperamos que cambie. Si bien el documental apela a que al ver su obra realmente se tomen las acciones imprescindibles para no perderla y preservarla, entendí que era importante dejar que fuera obviamente manifiesta esa necesidad.
¿Te encontrás trabajando en otros proyectos?
Sí, en un documental que se desarrolla en un pueblo pequeño de Misiones. Estoy aún en la etapa inicial de rodaje y como productora estamos en la fase de preproducción de un proyecto llamado Falklinas, de Santiago García Isler.
Título: Lo intangible
Año: 2019
País: Argentina
Director: Matilde Michanié