Entrevista a Lara Franzetti, directora de Tres valijas

Entrevista a Lara Franzetti, directora de Tres valijas

Por Mauro Lukasievicz

¿Cómo surgió la idea para realizar un cortometraje tan particular sobre una situación que generalmente es angustiosa? ¿Tuviste alguna mala experiencia personal?

El cortometraje surge, como bien decís, a partir de un infortunio. Mi padre porta una muy tierna torpeza que lo mete en líos de vez en cuando. Una vez, volviendo de visitar a mi hermano Federico en España, en donde vive, se llevó de la cinta de equipajes la valija equivocada. Esta le pertenecía a un ruso. Para recuperarla visitamos la aduana reiteradas veces y a la vuelta de una de dichas visitas nos encontramos con un ruso en pijama comprando cosas en una farmacia. Nos imaginamos que era él a quien la faltaba su equipaje, que por eso estaba saliendo en pijama y fabulamos acerca del contenido de la valija que tenía mi papá en su casa. Fue muy gracioso. Esa noche me di cuenta de que las proezas y aventuras en las que ese error nos había metido eran realmente divertidas, y decidí escribir Tres Valijas desde esa gracia o divertimento. A raíz de su torpeza suelo pasar por situaciones que podrían ser estresantes, mi padre es el tipo de persona que se olvida el pasaporte y se da cuenta de ello antes de pasar a la zona de embarque de un vuelo internacional, que terminó viviendo casi como un gag. De hecho, mi mamá, mi papá y yo terminamos muchos de estos momentos diciendo “esto podría ser un gag” o, como diría mi padre, un blooper.

¿Cuáles fueron las principales búsquedas y desafíos que te planteaste al realizarlo?

Tenía ganas de que Tres Valijas fuese una comedia que registrara, al menos un poco, el movimiento que significó para mí el extravío de la valija de mi papá y la intriga por estxs otrxs viajerxs que aparecieron en forma de valijas. Por otro lado, y por más de que tenga un pésimo sentido de la orientación, me encantan los mapas y me interesaba hacer un pequeño recorrido porteño (y digo pequeño porque el registro se reduce a los barrios en los que estos personajes viven y su idea y vuelta a Ezeiza). Me gusta la idea de armar mapas dentro de los mapas, por más pequeños que estos sean (a los movimientos internos de las cosas me gusta pensarlos como eso, mapas que se van trazando). En fin, esas idas y vueltas me divierten y me interesaba incluirlas en el cortometraje. Además de los mapas, la diferencia de idiomas que existe entre los distintos territorios y la dificultad que sugiere enfrentarse con uno que no se habla o maneja también me parecía un buen ingrediente para la comedia. Que María, la protagonista, sea la mediadora entre el ruso y el otro personaje porque es la que domina más lenguas. Por eso no subtitulé la escena que está en alemán (idioma que al momento de escribir y filmar el corto no hablaba para nada. Aclaro para nada porque lo estoy aprendiendo, pero lleva tiempo adueñarse de esa lengua). Como Hugo, uno de lxs dueñxs de las valijas, decide creer todo lo que le traduce la María de la ficción, yo decidí creer en que María Villar estaba traduciendo fielmente (si es que esto se puede hacer) los diálogos que escribí en castellano. Un desafío más práctico fue conseguir el aeropuerto de Ezeiza como locación. Cuando escribí el cortometraje no me di cuenta de lo difícil que iba a ser grabar esos planos ahí. Ese logro es 100% de Brenda Erdei, la productora. Tuvo una perseverancia asombrosa.

¿Cómo llegaste a la talentosa María Villar para el papel principal?

Cuando escribí el cortometraje le puse “María” de nombre al personaje principal. Escribía pensando en ella y al momento de empezar la pre-producción me di cuenta de que no iba a estar conforme con ninguna otra persona, así que me animé y le escribí por Facebook. Nos juntamos en Café Crespín, leímos el guión, tomamos café y licuado de banana y empezamos a trabajarlo. Nos llevamos bárbaro. Después del rodaje volvimos a trabajar juntas en Opereta para Doña Morte, una, como bien indica su título, opereta. La hicimos junto a Ana Cambre, Gabi Saidón y Valentina Cottet. También trabajamos juntas en Isabella de Matías Piñeiro y además es ahora mi profesora de alemán (y mi amiga).

¿Cómo se financió Tres valijas?

Al corto lo filmamos en el marco de Dirección III de la Universidad del Cine. Al ser un rodaje curricular, nos brindaron todos los equipos de fotografía, cámara y sonido. Mis amigxs y compañerxs trabajaron de manera espectacular y gratuita y por eso el cortometraje pudo hacerse. Nos vamos turnando y apoyamos los proyectos de amigxs así, como un colectivo que muta y va ocupando distintos roles. Se genera un re lindo sostén hacia los proyectos, pero ojalá las formas de lo autogestivo dejen de ser sinónimo de cobrar poco —o nada—. Ahora que ya pasó la instancia de aprendizaje —filmar en marcos de materias— es fundamental sacar de lo romántico la idea del sacrificio por el amor al arte, porque entonces sólo podemos filmar lxs que tenemos más suerte económica. En fin, para financiar otros aspectos del rodaje que no tienen que ver con equipos de filmación y equipo técnico —locaciones, catering, intérpretes— usamos ahorros que yo tenía, hicimos un evento en Casa Sofía —centro cultural— y una campaña Ideame que ayudaron muchísimo.

 

¿Qué directores te sirven de inspiración?

Cuando edité Tres Valijas —junto al gran Miguel de Zuviría— me acompañaba un trío JJJ: Jerry Lewis, Jonas Mekas y James Benning —aunque el que tuvo influencia en el cortometraje es el primero—. También me ayudó mucho “They all laughed” de Bogdanovich. De manera más cercana, siempre recibí mucho el apoyo y mirada de mi hermano Alejo, de Nicolás Zukerfeld y Malena Solarz, estxs dos últimxs, entre otras cosas, inventaron tiempo que no tenían para recibirme en su casa y darme devoluciones-. Dos directorxs se sumaron en 2017, cuando escribí y filmamos Tres Valijas: Alejo Moguillansky y Laura Spiner, que acompañaron al corto de principio a fin. Por otro lado, María fue muy inspiradora para filmar, tiene una mirada agudísima y un entusiasmo por el movimiento en el encuadre que me resultaron hermosos. 

¿Te encontrás trabajando en otros proyectos?

Después de Tres Valijas hice Érika, un cortometraje que monté con material de archivo de Youtube y muchas preguntas. Ahora estoy escribiendo un tercer cortometraje que por ahora se llamará Las casas. Por otro lado co-creé Solax, una plataforma para películas que estuvieron en festivales y luego no son tan fáciles de encontrar. Tanto Tres Valijas como Érika pueden verse ahí 🙂

Titulo: Tres valijas

Año: 2018

País: Argentina

Director: Lara Franzetti

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