Entrevista a Ewelina Rosinska, directora de Ashes By Name Is Man

Permitir el diálogo entre la naturaleza y la urbanidad mezclando todo la mística y religión que pueden contener no es tarea sencilla ¿cómo surgió la idea para Ashes By Name Is Man? 

Mi práctica general es recopilar imágenes sin tener un proyecto cinematográfico específico en mente, pero hay ciertos motivos que me impulsan. Lo que ves en la película fue filmado en un estado que implica actitudes muy contradictorias, difíciles de controlar, o directamente no controlables por completo. Todo lo que aparece en Ashes By Name Is Man se recopiló entre 2017 y 2021 y gira en torno a un tema que ha sido muy importante para mí durante muchos años: el sentimiento de crecer en Polonia, donde el proceso de formación de una identidad nacional no a perdido importancia y la historia de la guerra (La Segunda Guerra Mundial) y la posguerra están constantemente presentes en los habitantes. Es sobre pensar en la identidad nacional de Polonia, la institución del Estado y la Iglesia Católica, que han estado totalmente unidas durante siglos. La narrativa católica nacional extrema, caracterizada por el mito de la víctima y el orgullo nacional, sigue influyendo en las nuevas generaciones de Polonia y pone a la gente en un estado de perturbación. Intente utilizar estrategias para deconstruir ese sentimiento, y al mismo tiempo me atrajeron imágenes estereotipadas del estado y la religión, rituales familiares o emblemas que sirven para proyectar grandeza histórica o espiritual. Con este nuevo enfoque, practiqué mi perspectiva cada vez más “relajada”, pero también me permití jugar con mi afinidad por la nostalgia, el espiritualismo, el drama o el patetismo. Durante el rodaje, los propios animales comenzaron a aparecer y cumplir el imaginario, convirtiéndose en algo así como protagonistas de la temporalidad frente a la cámara, enfocando la existencia del entorno y sintiéndose en ocasiones como mensajeros entre el infinito y el presente, al igual que los dos viejos personajes que aparecen, ellos son mis vínculos con la historia del siglo pasado. Siento que en cierto momento, con esta película, quise renegociar el nacionalismo de mi identidad sin intentar crear uno nuevo, tal vez solo entenderlo o pensar cómo nació todo en mí. Más o menos así surgió la idea de esta película, pero también espero que al final la película sea diferente.