Por Mauro Lukasievicz
¿Cómo surgió la idea de seguir a Laura en este gran viaje de regreso al pueblo donde creció?
La idea de conocer Finisterre siempre estuvo en mí, mi madre también nació allí por lo que fue un lugar imaginario recurrente durante toda mi infancia. Hace unos años le ofrecí a Laura, la protagonista de la película, acompañarla en este viaje de vuelta con la condición de filmar ese retorno a sus raíces, que de alguna manera eran también las mías.
Estuviste particularmente atento a las emociones y expresiones, pero nunca caíste en golpes bajos. ¿Porque decidiste filmar de esta forma?
Siempre confío en la observación y en el personaje que elijo. Pensé el relato como un retrato íntimo de Laura, el viaje es una excusa, es el conflicto interno, pero en definitiva lo que me interesaba era abordar al personaje con sus contradicciones lo más sinceramente posible. Nunca la pensé como una película sobre la guerra, el hambre o el franquismo, eso está presente pero en la medida que no tape la observación del personaje. Por eso no hay material de archivo ni ningún recurso que intente forzar la emoción del espectador
Sabemos que filmaste todo solo con una cámara. ¿Cómo fue ese proceso y cuantas horas filmaste?
Desde un primer momento pensé que trabajar a una cámara era el sistema ideal para lograr la intimidad necesaria. Esa decisión funcionó pero también tuvo sus complicaciones. Fue difícil sostener el rodaje durante todo el viaje, Laura comenzó a cansarse de la cámara y más de una vez se negó a ser filmada. Algunos de esos momentos se ven en la película. Igualmente pude filmar 12 horas de material durante los 40 días que duró el viaje.
¿Contaste con algún apoyo económico?
Ninguno. Es una película de producción unipersonal y totalmente independiente. El apoyo fue de mi hija Vera y mi compañera Ana que se bancaron las horas de edición en casa. Además de la colaboración de maestros y colegas en el proceso de edición, la post de sonido de Gabi Virga fue fundamental para terminarla. Hubiera ayudado tener apoyo económico pero también se valora mucho filmar libremente y con otros tiempos, este proyecto lo requería. Para la distribución sí es importante y estamos en la búsqueda.
¿Sentís que la relación con tu abuela se modificó luego de este viaje?
Este viaje/película fue intenso para ambos. Ella volvía después de 60 años a su tierra y yo tenía que sostener un rodaje apartándome de algo que también tenía que ver conmigo y con mi familia. Creo que al conocer más profundamente la historia de Laura, la entiendo y respeto más. El amor por mi abuela sigue intacto.
A pesar de que las condiciones no son las ideales, al haberse convertido en un festival online, ¿qué expectativas tenés para el estreno de Finisterre en un festival tan importante como lo es el Visions Du Réel?
Muchas expectativas, siempre estoy atento a lo que sale de Visions du Réel, es un festival que tiene en cuenta otras miradas y es muy plural en sus selecciones gracias a las secciones paralelas y de industria. Espero que Finisterre sea bien recibida y abra un camino por otros festivales. .
¿Te encontrás trabajando en otros proyectos?
Estoy buscando financiamiento para un proyecto documental llamado Fragmentos y escribiendo una ficción llamada La Familia⚫
Titulo: Finisterre
Año: 2020
País: Argentina
Directores: Diego Ercolano