Entrevista a Candelaria Gutiérrez y Pilar Condomí, directoras de El fuego que vimos

Por Mauro Lukasievicz

¿Cómo surgió la idea para realizar El fuego que vimos?

La idea surgió por una foto que vimos en un diario sobre una serie de incendios forestales intencionales ocurridos en la Patagonia. La foto mostraba a unas ovejas escapándose del fuego. Una escena apocalíptica, terrible, pero hermosa. Nos atrajo esta idea de una naturaleza poderosa pero al mismo tiempo muy magnética y convocante. Un poco como un juego, y porque además las dos compartimos la idea de que las cosas que aparecen de maneras inesperadas hay que prestarles atención, decidimos viajar a Bariloche a buscar el fuego.

Hay un registro muy importante de una suerte de naturaleza muy libre que incluso no les dio lo que esperaban ¿Se manejaron con algún tipo de guión o decidieron todo en el montaje final?

El corto tiene más de ensayo que de documental. En este sentido fue encontrando su forma con el tiempo y se terminó de definir en la instancia de montaje. Tiene mucho de juego, de azar, de capricho, de intuición, y también el interés por otros temas que son como telones de fondo en este trabajo, como la idea de una naturaleza poderosa que fascina y asusta al mismo tiempo. Intentamos a través de este grupo de brigadistas, reflexionar sobre la escala humana en relación al paisaje, entre otras cosas. De alguna manera acercar el cielo y achicar la distancia entre el arriba y el abajo, entre lo conocido y lo misterioso. El corto empieza en un registro más documental y realista y termina transformándose en un registro más ensayístico y poético. Nos pareció importante darle esa estructura porque comparte mucho con como fue el proceso mismo: de buscar una cosa y terminar descubriendo otra. Fue muy necesario estar presentes y atentas a lo que iba pasando porque dio lugar a encontrar una manera de narrar más personal y más íntima.

¿Cómo fue el proceso para filmar y conseguir tantos planos perfectos en condiciones tan difíciles?

Hicimos varios viajes y eso tuvo mucho que ver con la manera de mirar que encontramos. Los primeros fueron una especie de reconocimiento de terreno, de encuentro con la realidad. De a poco fuimos encontrando un lenguaje visual más libre. Desde la cámara buscamos tener un equipo chico y práctico que nos permitiera seguir a los brigadistas en sus rutinas por la montaña. La imagen fue un lugar de apoyo para resaltar la idea de un tiempo detenido, muy necesario para poder entrar en cierto clima. A medida que empieza a entrar el paisaje, el corto pasa a volverse más íntimo, más cercano. 

¿Cómo fue la relación con el S.P.L.I.F. (Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales)?

La relación con los brigadistas de la SPLIF fue muy buena desde el primer día. Generamos un vínculo de mucha complicidad y agradecemos que hayan sido tan generosos con su tiempo y con compartirnos su experiencia. Pasamos la mayor parte del tiempo arriba de sus camionetas, acompañándolos en sus recorridos diarios y su rutina de inspección a terrenos con falsas amenazas de fuego. En el tiempo que estuvimos con ellos los vimos entrenar en el estacionamiento del cerro catedral, nos llevaron a un lugar donde habían reportado una situación misteriosa de gualicho, filmamos una escena de ficción con tres de ellos en un bar, y vimos el atardecer en una zona de bosques quemados. 

¿Qué directorxs les sirven de inspiración?

Candelaria: Por mi parte mi primer fuente te de inspiración no suele ser un director o películas sino que es experimentar en la vida real, hacer cosas que me estimulen, salir a dar un paseo, etc. Después me inspira mucho leer a una de mis escritoras favoritas, que descubrí hace poco, es Clarice Lispector. En cuanto a directorxs me pasa con las películas de Ozu,su forma de filmar me parece bellísima. Y respecto a directores Argentinos me gusta mucho las películas y los cuentos Martin Rejtman.

Pilar: Por lo general más que directorxs, me inspiran otras cosas que no tienen que ver con el cine. Me gusta la obra de Rinko Kawauchi y las fotos veladas de Mark Borthwick por ejemplo. Incluso a veces lo que me inspira son sensaciones o cosas que están en un lugar muy adentro. Cosas que me conmueven, que me asustan o que me obsesionan y el cine es un gran medio de llevar todo eso a la luz. 

El cine argentino se encuentra en un momento muy delicado. ¿Qué opinás de la situación actual, y hacia dónde creés que se dirige?

Lo que está pasando con el cine es una situación difícil, de una restricción enorme para encarar cualquier producción o realización. No sabemos hacia donde se dirige pero creemos que lo importante es que no funcione como una amenaza contra la motivación de seguir creando. Es fundamental expresarnos y habrá que buscar maneras y recursos para seguir haciéndolo.

¿Se encuentran trabajando en otros proyectos?

Candelaria: Si, por un lado estoy empezando a componer con el arpa música para la película de una amiga, Gala Negrello, que se llama La yunga. Después recién estoy empezando a trabajar en la idea de un corto documental/ensayo sobre una pista de esquí artificial que se encuentra en la ladera de una fábrica de reciclaje de basura en Dinamarca.

Pilar: Yo estoy trabajando en dos proyectos que están recién empezando a aparecer: el guión de un corto de ficción sobre un personaje que descubre una secta en un hotel, y por otro lado un libro de fotografías y cartas de amor. 

Titulo: El fuego que vimos

Año: 2019

País: Argentina

Director: Candelaria Gutiérrez y Pilar Condomí

Funciones de El fuego que vimos en el 34º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata:

Domingo 10. 16:20hs

Domingo 10. 19:20hs

Martes 12. 16:00hs