Entrevista a Ariel Martínez Herrera, director de Tóxico

Por Antonella Defranza

¿Por qué Tóxico? ¿De donde se dispara la idea de esta road movie futurista/distópica (o ya no tanto)? 

Inicialmente el proyecto era totalmente distinto, era un drama surrealista de pareja, y el tono era apocalíptico pero estaba pensado para ser una pareja en un living más que nada, después vino la road movie, la epidemia y todo lo demás. El proyecto cambió mucho y muchas veces desde ese primer borrador. 

¿Qué sentís al estrenar en Cine.Ar justo en medio de una pandemia? 

Por un lado no puedo negar que yo tenia el sueño de estrenar en salas, tengo esa fantasía desde hace muchísimos años, a mi me gusta mucho ir al cine y me gusta mucho el cine nacional, y no se me va a dar por lo menos ahora, pero a la vez creo que pone en relieve muchos temas interesantes para nuestro cine, porque las plataformas están copando la exhibición y nuestro instituto de cine sigue estando centrado en producir para las salas, que por otra parte están muy copadas por las majors y son muy reticentes a mostrar nuestro cine. Entonces creo que realmente tenemos que valorar muchísimo y ayudar a valorizar nuestra propia plataforma de cine, que es de todos y muestra nuestras propias historias. Y aprovechar esta circunstancia para dar todos los debates sobre cómo se distribuye contenido en la era de las OTT (distribución por suscripción online sin intermediarios) para que podamos sostener el fomento a nuestro cine y, sobretodo, aprovechar esta circunstancia tan particular para mirar también a lo que viene. 

¿Cómo elegiste a los protagonistas y al resto del elenco? 

Tuve la fundamental ayuda de Martín Garabal, que hizo el casting de Alas y de Tóxico, que tiene una cabeza brillante para eso porque sabe perfecto quién es quién y para que. Era una tarea ajustada, porque es una producción modesta, entre los dos pusimos mucho para lograr el mejor casting posible, y yo estoy muy contento con el resultado. Jazmín Stuart, Agustín Rittano, Alejandro Jovic o el propio MartÍn son actores tanto como directores y se pusieron al servicio de la construcción del tono de la película, que es bastante particular, con mucha generosidad, el casting fue sin duda uno de los apoyos fuertes a la hora de la narración. 

¿Y al equipo técnico que trabajó en el film? 

A algunos los conozco hace muchísimo tiempo, Santiago Podestá y Martín Garabal, por ejemplo, están en el proyecto desde antes de que existiera ni el guión, y después en cada etapa de los años que llevó la película fui o llamando o conociendo a gente clave para hacerla, es tanta gente que no te puedo decir cómo llegue a ellos, pero te puedo decir que estoy muy contento de las colaboraciones artísticas que tiene la película. A Eric Elizondo, el DF por poner de ejemplo lo conocí en el 2005 cuando estaba editando mi primera película “Alas” que la editó Ian su hermano, y después vivimos juntos hasta el 2009, así que me tiene re junado y además es un genio. Luz Orlando que encabezó al equipo que hizo la reescritura también, fuimos compañeros en la ENERC hace más de una década. Con Fabio Junco y Julio Midú que produjeron conmigo la peli nos conocemos de su festival de cine con vecinos del 2004. Y equipo de rodaje que es donde más gente entra a la peli, fue un ensamble de conocidos de varias fuentes, y después en la post producción una mezcla de viejos conocidos y nuevos hallazgos, en general y a lo largo de los años, gente muy confiable y que aportó muchísimo a la película.

¿Qué sentís que evolucionó en vos desde tu primer largo, Alas – Pobre Jiménez, hasta llegar a este nuevo largo? 

Hay algo de ciclo que se cumple entre Alas y Tóxico, sin dudas. Alas fue escrita y grabada en 2005, en el marco de la carrera, cuando todavía no aspirábamos a producir con apoyos como el del INCAA. En 2008 en la materia de guión de Irene Ickowicz, sobre el final de la carrera, escribí la primera versión de Tóxico, en 2010 recién pude terminar Alas, que se exhibió en INCAA TV (hoy Cinear TV) en 2014 y recién en 2015 el INCAA nos dio el subsidio para hacer Tóxico. Ambas son películas con un dispositivo narrativo parecido, referente al cine artificio de los orígenes hasta el clásico. Con un aire bastante surrealista y un tono difícil de etiquetar. Yo siento que con Tóxico termina un largo ciclo que empezó cuando me inscribí a la carrera con 19 años y me puse la meta de filmar una película “de verdad”. Concretamente qué cambió entre el 2005 y ahora probablemente todo, menos las ganas de hacer películas. 

Vos venís de algún modo del mundo de la animación: Cúmulo y NimboAventuras de Corazón Roto, ambas series realizadas para UN3tv. ¿Esta película tiene algo de ese recurso? 

Tiene poca animación, por un tema de presupuesto, casi todos los efectos visuales son completadas con animación limitada, pero si tiene un dispositivo narrativo que desplaza la historia del realismo, el interior de la motorhome en la que viajan se recreó en un set con retroproyecciones, sin respetar los tamaños originales, y con un arte que lo despega de lo que todos imaginamos cuando decimos ¨interior motorhome¨. Y eso si es algo que aprendí en el mundo de la animación: tratar de crear universos diegéticos propios de la historia, que toda la película narre, en todos los planos, en toda la estética como una sola cosa. 

¿Y del humor? También sos realizador de Famoso, una serie web que se hizo muy conocida. ¿Hay humor en Tóxico? 

Si, Famoso es una idea de Martín Garabal, pero en todos los proyectos creo que bastante intencionalmente dejamos que su tono y el mío se mezclen, porque aunque somos bien distintos, tenemos buena química y a esta altura además una idea muy bien interiorizada de lo que quiere cada uno, porque siempre vimos los proyectos del otro abiertos creativamente digamos, hay confianza. Yo creo que es importante tener otres de confianza que quieran de buena leche aportar, así como es importante aportar a otros procesos, me parece que el ejercicio de compartir creativamente es uno de los centrales. Y de Martín aprendí muchísimo sobre humor, no solamente de reírnos o de ver que nos hace reír, sino concretamente que él es un estudioso del tema, Martín está especializado en eso podrías decir. Y yo creo que Tóxico tiene un humor, un humor raro, pero que es un tono muy personalmente buscado, y estoy contento con el resultado, creo que el humor que Martín y yo compartimos tiene que ver con la incomodidad, con el desplazamiento al absurdo, con dejar preguntas sin responder. 

¿Para armar la estética de la película en qué te inspiraste? 

En origen todo viene un poco de Terry Gilliam, de la impresión que me causaron las películas de Méliés cuando estudiaba, y de Gondry más que nada. Pero la estética y el tono de esta película está influenciada por las películas de Kaurismaki, y de Roy Andersson sobre todo, lo conocí cuando estábamos reescribiendo el guión de la película y se convirtió en su principal influencia. 

¿Cómo ves el momento que vive hoy y panorama futuro del Cine Argentino en esta coyuntura inesperada? 

Creo que en momentos como estos los que nos dedicamos de una u otra manera a la cultura tenemos una suerte de obligación para responder creativamente y con trabajo. Yo formo parte del colectivo de cineastas y creo que todas las organizaciones que tiene el sector tienen el rol de tejer puentes y acuerdos para los muchos desafíos que nuestro cine enfrenta y enfrentará. A veces hasta explicando por quÉ es importante tener cine nacional, porque aunque sea algo que no muchos países pueden decir, y ciertamente no muchos de nuestra parte del mundo, ese argumento no alcanza. Yo siempre digo que de ningún otro cine del mundo vamos a poder ver los procesos, por buenos o malos que sean los resultados, porque no podríamos ni queriendo, porque están lejos. Un país que produce una narrativa cinematográfica propia tiene una herramienta cultural que es equivalente a un escudo, que es el de la autoconsciencia, por eso también es tan importante defenderlo, y tan importante que no lo perdamos. 

¿Estás trabajando remotamente? ¿Qué proyectos vienen luego de Tóxico cuando todo vuelva a cierta normalidad? 

Estoy trabajando remotamente en un documental, también con apoyo del INCAA sobre un diario que edito y publico Raúl Scalabrini Ortiz en noviembre de 1939, que se llama como el diario: Reconquista, y que indaga en un momento particular de las ideas nacionales y populares y de la lucha por la soberanía sobre nuestros recursos. Pero es una suerte y una casualidad también poder estar trabajando desde casa, muchos somos freelance y va a ser muy difícil sostener la situación laboral del sector sin mucha unidad para ordenar las necesidades. Tengo muchas ideas para nuevos proyectos, que se transforman en tiempo real al juego de las circunstancias y veremos que ocurre

Título: Tóxico

Año: 2020

País: Argentina

Director: Ariel Martínez Herrera