La comunidad educativa de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) decidió tomar la institución en repudio al nuevo régimen de asignación de carga horaria docente impulsado desde el INCAA bajo la gestión de Carlos Pirovano y redactado por el rector Gabriel Rojze. La medida se enmarca en un clima de creciente malestar por lo que consideran una política de vaciamiento del cine público y de precarización laboral en el ámbito educativo.
El nuevo régimen, recientemente enviado por Rojze al presidente del INCAA, elimina derechos básicos de los docentes como las vacaciones y los feriados pagos, reduce los salarios de los profesores suplentes al 67 por ciento del valor actual y limita su presencia en clases con menos de 25 alumnos. De aprobarse, el esquema entraría en vigencia a partir de enero de 2026 y representaría un golpe directo al cuerpo docente, que vería reducidas sus condiciones laborales y profesionales.
La propuesta fue elaborada sin consulta al Consejo Académico ni participación del cuerpo docente, lo que generó un fuerte reclamo de transparencia y diálogo. Durante la reunión mantenida el lunes 6 de octubre entre los estudiantes y el rector, no hubo respuestas concretas sobre el proceso de redacción del documento ni sobre los mecanismos de consulta interna. Tras casi dos horas de conversación, el rector se retiró sin ofrecer explicaciones, lo que precipitó la decisión de la toma por parte de los estudiantes.
La protesta se da en un contexto de creciente conflicto dentro del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, donde la gestión de Pirovano acumula casi 500 despidos y mantiene en vilo la continuidad de CINE.AR, la plataforma pública de difusión audiovisual. Diversos sectores del ámbito cinematográfico denuncian un proceso de desmantelamiento institucional y pérdida de políticas culturales sostenidas durante años.
La comunidad educativa de la ENERC reclama la suspensión inmediata del nuevo régimen, la reincorporación del diálogo con el Consejo Académico y la preservación de los derechos laborales de los docentes. Sostienen que la aprobación de este esquema significaría un paso más en el vaciamiento del cine público argentino y en la degradación de las condiciones de enseñanza en una de las principales escuelas de formación audiovisual del país.