“Relaciones peligrosas”
Por Lucía Roitbarg.
Alice y Celine viven en casas contiguas y casi iguales, en un barrio tranquilo y familiar. Son muy amigas, casi hermanas, y las dos comparten una forma apasionada de ser madres. Si bien Celine parece mayor, ambas tienen hijos varones de ocho años, Theo y Maxime, que replican la amistad de sus madres, y dos maridos que son el sostén económico del hogar. Dos familias amigas típicamente burguesas en los años 60 en Bruselas. Esta idea del director de espejar a ambas, reflejando la simetría en sus vidas, es fundamental para que el espectador ingrese a ese universo que es, si bien con alguna y otra fisura, casi perfecto y puro. Un mundo donde reina la felicidad, el amor y las buenas intenciones.
Entre tanta armonía, un descuido podría ser fatal. Por eso es que Alice estalla de ira y se enoja fuertemente con su hijo Theo por llevarse a su escondite con Maxime un paquete de galletitas que podrían matarlo por la alergia que le causan. Y como bien nos muestra el director Olivier Masset-Depasse con esa situación entre Alice y Theo presenciada por Celine, la distracción de una madre puede cambiarlo todo. Es así que como una premonición la fatalidad sucede: al otro dia Alice ve desde su jardín a Maxime a punto de caer desde el balcón de su dormitorio. Corre para ayudarlo pero no lo consigue y el niño muere en ese accidente. A partir de allí, ambas mujeres perderán ese virtuoso equilibrio, y esta gran asimetría que produce la muerte de Maxime desata emociones que parecían impensadas antes: Celine culpa a Alice de la muerte de su hijo, y si bien luego se disculpa, su accionar con Theo produce en Alice algunas sospechas. Las tensiones entre ambas no finalizarán nunca y la película comienza a adquirir rasgos de thriller.
El espectador es ahora quien no tendrá descanso hasta el final, porque ante la pérdida que sufre Celine, todo lo que ella hace parece estar justificado, pues asume el rol de víctima, y será Alice quién comenzará a transformarse en un ser paranóico pensando que Celine aún la culpa y busca venganza. Todas las situaciones tendrán dos lecturas, y no se termina de saber si Celine realmente es una psicópata o si Alice entró en un delirio persecutorio como le sucedió con la muerte de sus padres.
Si bien algunas escenas parecen un poco forzadas y se subrayan demasiado ciertos momentos de tensión ese tono está presente desde el comienzo y el clima de suspenso deseado mantiene al espectador en vilo durante todo el film. Por eso podemos entrar en ese ritmo que propone el director y aceptarlo como parte del verosímil.
En Instinto maternal podemos vislumbrar aquellos retratos favoritos de Chabrol de la burguesía francesa y de cómo esa sensación de lo límpido que intentan aparentar se esfuma cuando la oscuridad empieza a presentarse en acechos cotidianos. Si bien Masset-Depasse se hace eco de esa representación, a diferencia de Chabrol, él las usa para su conveniencia narrativa y para despistar al público. En un juego de espejos y apariencias que se transforma en una pesadilla para las dos familias⚫
Titulo: Duelles
Año: 2018
País: Bélgica
Director: Olivier Masset-Depasse