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Dreams like paper boats (2024), de Samuel Suffren

Nuestro país era bello”

Por Sabrina Palazzani

Dreams like paper boats (2024) es el segundo cortometraje de la trilogía del director y productor haitaiano Samuel Suffren. La historia está inspirada en el viaje que emprendió el padre del realizador desde Haití hacia Estados Unidos cuando él era pequeño, pero acá, en la ficción, todo comienza con un cassette. Un hombre escucha, a lo largo de los años que comprenden la película, una cinta que le grabó y envió su esposa quien emigró al país norteamericano hace tiempo y con quien no se ha vuelto a ver. Lo que sigue en el argumento es rutina y una combinación virtuosa del espacio público y privado. El protagonista trabaja en su puesto de comidas callejero y vive con su pequeña hija quien, a través de unas pocas elipsis, va creciendo, mientras el cassette con la voz de la mujer sigue sonando en un loop constante que no hace más que ponernos a desconfiar sobre el sentido de la ausencia.

El cortometraje de Suffren cuenta con esa clase de imágenes que son un poco cita, un poco documental, un poco diario, otro tanto de ficción, y un locuaz uso del montaje visual y sonoro abonando la mezcla de lenguajes y heterogeneidad de materiales con los que el cineasta contemporáneo hoy trabaja. El resultado es una historia melancólica sobre la despedida y el amor en la distancia, los roles dentro de la familia, y una existencia atravesada por avatares políticos y sociales subyacentes en esa comunidad haitiana.

En Dreams like paper boats (2024) los paisajes son retratados en blanco y negro, combinando el vértigo de una cámara en movimiento empujada por el deseo que parece perseguir o buscar algo, junto con planos más bien estáticos, fijos, sostenidos únicamente por enérgico movimiento interno que obturan los altos contrastes, los personajes o su ternura punzante en miradas a cámara. A la luz de estos dos recursos formales (lo quieto y lo dinámico), podemos ser testigos de una estructura quizá heredera de la poética del portugués Pedro Costa en sus propios términos de escenarios reales, ficción, documental, arte y política.

Sin embargo, lo más elemental de la rutina en Dreams like paper boats (2024) se empieza a resquebrajar. El espacio de lo real se desestabiliza con sueños y apariciones que conforman una red evocativa y anhelante, como una grieta en los sentidos profundizada por la voz atrapada en ese cassette. Estos cortes hacia una dimensión más, digamos, espectral producen un llamativo cambio de ritmo. Ese ensanchamiento de la experiencia vital a través de los sueños se organiza desde una perplejidad y un pesimismo neorrealista y performático.

Suffren sigue por la línea del corte y suspende por un momento la tensión principal de la pareja y da lugar a una dimensión política en torno, esta vez, a lo público: un muerto. Un cuerpo aparece primero sobre el asfalto en la calle y en la siguiente escena, sobre una cama. La música termina de armar un estado de ensoñación y densa realidad, dos ingredientes elementales de la verdadera tragedia. Sin embargo el luto o el lamento no es el estado permanente de este cortometraje que, esquiva la linealidad y es hábil para instalar sus temas, sus ritmos y sus espacios. Nuestro país era bello como las plumas de un loro, expresa un graffiti sobre una pared en haitiano criollo. Una mirada a cámara rodea la cita, y la superposición de toda esa secuencia es dulcemente demandante.

Titulo: Dreams Like Paper Boats

Año: 2024

País: Haiti

Director: Samuel Suffren

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