“Una grieta en el sistema“
Por Natalia Llorens
La nueva película de Dominik Moll, es una obra contenida y sobria que se interna sin estridencias en uno de los capítulos más delicados de la historia reciente francesa: la violencia policial en el contexto de las protestas de los chalecos amarillos. Lejos de ofrecer una tesis contundente o un alegato ruidoso, Moll propone un ejercicio de observación serena que, sin embargo, no deja de ser inquietante. El motor del relato es un caso: una investigación interna sobre un joven gravemente herido por la policía en una manifestación. A partir de ahí, se despliega un mapa de tensiones, dudas y pequeños gestos que, en su acumulación, revelan mucho más que lo que muestran a simple vista. La película no busca impactar ni emocionar de forma evidente. Lo suyo es, más bien, una forma de atención paciente, casi obstinada. Cada secuencia parece invocar una pregunta: ¿qué significa realmente hacer justicia dentro de una estructura que protege a los suyos? ¿Es posible ser imparcial cuando una misma ha sido parte de ese sistema? Las respuestas nunca se ofrecen de manera categórica, y ahí radica parte de la fuerza del film.
Hay también una mirada sensible hacia quienes quedan atrapados en los márgenes: las víctimas, los testigos involuntarios, aquellos cuyas vidas cambian para siempre sin previo aviso. La película les da lugar sin convertirlos en emblemas ni en mártires, simplemente reconociendo su humanidad y su vulnerabilidad. En este sentido, Dossier 137 encuentra un delicado equilibrio entre el respeto por los hechos y la necesidad de tomar una posición ética.
Resulta interesante cómo Moll opta por lo cotidiano, por los entornos funcionales y los intercambios aparentemente neutros para construir tensión. Lo que en otras manos podría haber sido un thriller judicial o un drama combativo, aquí se convierte en una reflexión contenida sobre la fragilidad de la verdad y la dificultad de nombrarla cuando los intereses se cruzan. La película avanza como lo hacen los procedimientos administrativos: con lentitud, con repeticiones, con obstáculos. Pero también con momentos de claridad, con brechas por las que se filtra la duda o la empatía. Es en esos pequeños resquicios donde Dossier 137 encuentra su singularidad. No pretende reformar el sistema, pero sí lo interroga desde dentro, con la calma de quien sabe que las preguntas bien formuladas pueden tener más peso que las respuestas rápidas.