“Tensión dramática”
Por Mateo Matarasso.
La magia en el interior. Un diamante extraído entre los túneles de una mina. Un agujero de bala esconde el universo. Una persona en una oficina en el fondo de un recinto con un complicado juego de puertas. Diamantes en bruto es una película sobre las profundidades.
La música tiene algo de astronómico. Resuena a los sintetizadores de Vangelis para la serie Cosmos: A Personal Voyage (Carl Sagan, 1980). Un futurismo ochentoso, nos lleva a obras musicales como Akira (Katsuhiro Otomo, 1988) o Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995). Esta banda sonora y el punto de ataque en una mina africana abren un universo que nos posiciona ante la película con una recepción particular. Aguardaremos el golpe, que vendrá y dolerá, pero no dejará de generar más angustia la espera que el clímax. Porque, si algo saben manejar muy bien los hermanos Safdie es la tensión dramática.
Las escenas se construyen como un mosaico de acciones entre personajes que colisionan entre sí, tejiendo una historia plagada de conflictos. Este estado catatónico está desarrollado tanto por la progresión del guion como por la puesta en escena y la composición que presenta la película. Cámara en mano, movimientos bruscos y un extenso decoupage que son orquestados de una manera magistral devolviendo una comprensión absoluta de las acciones acompañada de un efecto de mareo constante. Esta propuesta no solo es interesante en sí misma, sino que es una representación de lo que Howard Ratner (Adam Sandler) experimenta. Su vertiginosa vida, plagada de excesos y deudas, es la de un vendedor de joyas que lucha entre la necesidad de tranquilidad y la adrenalina de ponerlo todo en juego.
Las películas “de personaje” son una pregunta sobre la experiencia humana. Diamantes en bruto se adentra al interior del personaje, sentenciado en la presentación del protagonista. ¿Acaso no hay una manera más gráfica de hacerlo que con una colonoscopia? Esta decisión no es únicamente humorística. Una colonoscopía es la búsqueda por aquello que está mal en el interior. Es una exploración quirúrgica que pretende revelar qué es lo enfermo. Una pregunta que, sin explicitar, Howard pareciera buscar durante todo el desarrollo de la historia: “¿Qué es lo que está mal en mí?”. Sin hacer juicios de valor, los directores se sumergen con él para hacerse la misma interrogación y tratar de entender su caótica vida.
La película es un juego recíproco entre una historia cargada de tensión y una narración descontracturada. La puesta se centra en los rostros con planos cerrados y movimientos rápidos. La identificación del espacio es difusa. Nunca llega a romper su comprensión, pero lo fuerza para apostar el efecto de desorden que quiere construir. Siempre sabemos si la escena transcurre en la calle, en la joyería o en el departamento, pero no podemos identificar con certeza la disposición de todos los personajes allí.
El ópalo funciona como un elemento fantástico. Pareciera poner en juego la representación realista de la obra. No queda claro si Kevin Garnett gana por algún efecto mágico de la piedra o no. Tampoco se comprende el estado hipnótico en que lo deja al verla. Una marca que no llega a producir un quiebre hacia otra realidad sino que juega con el límite del verosímil. El deportista mira la gema y se introduce en ella. Una serie de imágenes que intercalan su vida personal con los mineros de Etiopía. Muchas vidas viviendo dentro de otra.
Otro elemento reutilizado son las puertas. Porque, así como su oficina, el camino hacia el interior de Howard esta interrumpido por un considerable número de barreras. Abrirlas genera una dificultad incluso para quienes, como en la película, saben qué botón las abre. Hay una exploración del protagonista para llegar al fondo de sí mismo. Para lograr ese triunfo que anhela constantemente. Sin embargo, hay pasajes mortales para quienes intentan cruzarlo.
La película es una interrogante sobre qué hay debajo de la superficie. Busca descubrir en el medio del caos, un personaje al desnudo. Un diamante en bruto⚫
Titulo: Uncut Gems
Año: 2019
País: Estados Unidos
Director: Ben Safdie y Joshua Safdie