Desvío de noche (2022), de Ariane Falardeau St-Amour y Paul Chotel

“No develarás el misterio”

Por Belén Paladino

n una playa junto al pacífico dos hombres observan en la oscuridad de la noche el paso de una estrella fugaz. Parece el momento más propicio para pedir un deseo, pero todo deseo para cumplirse debe permanecer en secreto. En una geografía lejana al placido clima tropical, una periodista se pregunta por el misterio que rodea la desaparición de un joven promesa del patinaje artístico, la mexicana Violeta Martínez, y se decide a emprender un viaje en su búsqueda. En Desvío de noche de Ariane Falardeau St- Amour y Paul Chotel, el misterio se dispersará lentamente como una bruma que envuelve a las personas que habitan esa costa tratando de recordar a los ausentes. 

La investigación periodística será una excusa para emprender un viaje, para adentrase en un mundo desconocido y en una nueva geografía. Una voz en off guiará el relato y narrará las dificultades para obtener información sobre la patinadora, nadie parece recordarla ni comprender como aprendió a patinar sobre hielo en aquella zona tropical. Las imágenes se vuelven fugaces y lejanas ante la reticencia de los habitantes del lugar.  Los rostros se pierden detrás de la vegetación, o prefieren volverse y dar la espalda, la imagen por momentos se volverá una gran superficie negra que oculta gran parte de lo que aparece dentro del plano. Las imágenes corresponden a esa visión parcial y fragmentada, a ese mirar desde lejos e incluso a una percepción alterada por los delirios que produce la fiebre. Lxs directores esconderán el rostro de la narradora y sus señas particulares para lograr desde la imagen construir su subjetividad, su manera de vincularse con el misterio y con lo desconocido.  

Pero la linea principal, la de la periodista, se desvanecerá cuando se adentra en la profundidad de la selva. Allí desaparece sin dejar rastros, su voz dejará de oírse y dejaremos de percibir a través de su punto de vista. Comienza el desvío. El relato se alejará de la figura de Violeta Martínez para ir tras los rastros de su padre, otra ausencia que se manifestará a través de objetos y apariciones fugases reflejadas en vidrios. De este modo lxs directores inauguran un segundo movimiento, un nuevo pasaje, desde otro punto de vista, el de dos hombres que miran las estrellas y recorren la selva transportando hielo sobre las espaldas. Las leyendas, las supersticiones darán cuenta de la cosmovisión de lxs habitantes de la zona, de la forma que habitaron esas playas “a todos nos trajeron las estrellas”.  La cadencia de la voz en off del pasaje anterior es reemplazada por la contemplación, por una exploración más sensorial y espiritual del entorno: los sonidos misteriosos de la selva son tomados con naturalidad, aunque generen temor; una llama azul puede debelar la ubicación de un tesoro escondido entre la vegetación.  El misterio se vuele algo cotidiano, una faceta más de la realidad. 

Desvío de noche, explora dos pasajes de un mismo relato, el anverso y el reverso de un misterio que no tiene explicación y eso es lo que lo vuelve alucinante. Pero sobre todo presenta dos formas de percibir el mundo y habitar un maravilloso paisaje.