Daughter (2019), de Daria Kashcheeva

“Niña pájaro”

Por Belén Paladino.

Un pajarito herido llega a manos de una chica que visita a su padre en un hospital. Muchos años antes, otro pajarito fue acunado entre sus manos de niña para darle calor. ¿Cómo cuidar algo tan pequeño y frágil? ¿cómo vincularse con el dolor de lxs otrxs y ayudarlxs a transitarlo? Daughter, el cortometraje animado de Daria Kashcheeva, explora el universo infantil desde su perspectiva menos evocada: la de la soledad de lxs niñxs, del deseo y la necesidad de ser escuchadxs. 

Kashcheeva construye su relato a partir de pequeños gestos, de miradas tímidas que no llegan a encontrarse, de movimientos torpes que no permiten tender un puente entre una niña y su padre. En la infancia los objetos tienen el poder de convertirse en algo diferente y transformar a quien interactúa con ellos: un grupo de sillas puede ser un nido, un antifaz puede volvernos pájaro. La directora explorará la relación de los objetos y su pequeña protagonista y nos invita a evocar aquellos objetos queridos que habitaron nuestra infancia. Crecer, tal vez, implica dejar de percibir el aspecto mágico de cada objeto, su potencial, su capacidad de transformarse en otra cosa para convertirse en algo concreto y netamente práctico. El cine puede ser el medio par reencontrarse con aquella magia perdida. 

La directora utiliza técnicas de animación para narrar un mundo infantil que no es solo para niñxs. Daughter es una gran oportunidad para el espectador adulto de reencontrarse con el punto de vista de unx niñx, de recordar los temores, las tristezas y la soledad que se atraviesa en la infancia. Teniendo presentes estas sensaciones probablemente lograríamos acompañar mejor a lxs niñxs. No son necesarias palabras para transmitir emociones, ni tampoco rostros humanos para generar identificación. Las marionetas de Kascheeva tienen el poder de revelarnos algo de lxs otrxs y de nosotrxs mismxs.