Christmas Eve in Miller’s Point (2024) de Tyler Taormina

En una ciudad ficticia de los suburbios de Long Island, una familia numerosa se reúne para celebrar lo que podría ser la última navidad en la casa de toda la vida de la matriarca de los Balsano. Christmas Eve in Miller’s Point, dirigida por Tyler Thomas Taormina y coescrita con Eric Berger, es una fábula festiva que rescata lo mundano de las reuniones familiares desde bellos encuadres cinematográficos que dialogan con la puesta en escena típica del cine clásico. Es protagonizada por Michael Cera y Gregg Turkington como los policías de la ciudad, Matilda Fleming, Maria Dizzia y Ben Shenkman como una de las unidades familiares, Francesca Scorsese, Elsie Fisher, Sawyer Spielberg, entre otros.

Contextualizada en los tempranos dosmiles, Taormina construye en Christmas Eve at Miller’s Point una temporalidad un tanto indefinida debido a su estética nostálgica como a su banda sonora y sus personajes teatrales. El director comenta en una entrevista luego de una proyección especial en Sag Harbor Cinema sobre su interés por explorar atmósferas más allá de las historias en su cine, implementando protagonistas colectivos que permiten el trabajo desde diversos puntos de vista. Además, remarca su interés por conocer las diferentes miradas humanas en los rituales cotidianos –como resulta en este caso la cena de nochebuena. Asimismo, lo que realiza en su película es un constante montaje paralelo de pequeñas situaciones que pertenecen todas a la misma noche, algunas sucediendo en el mismo hogar y otras en espacios exteriores de la ciudad.

A través de la granulosidad del fílmico y las encandilantes luces de colores, se retratan las personalidades y motivaciones de las diferentes generaciones que abarca la familia Balsano esta nochebuena. Se sirve del uso de encuadres angulares y de zoom in a intensos primeros planos para poner en juego las diferentes perspectivas en las habitaciones llenas de gente y navegar la espacialidad a través del tumulto. Ya sea por medio de unas gafas caleidoscópicas con los que una de las menores de la familia observa el desfile navideño de bomberos a medianoche –exponenciando la fantasía infantil de las festividades–, o con los reflejos de los cuerpos en los espejos que muestran el contraplano de conversaciones adultas sobre tópicos importantes a resolver, la película realmente muestra un 360 de la noche y cómo cada uno la experimenta. Mezcla las subjetividades para contar el discurso colectivo que es la experiencia universal de las reuniones familiares con sus dinámicas internas.

Lo llamativo resulta en que la línea narrativa del film se vuelve inconcreta con el transcurso de las conversaciones entrecortadas, los susurros, las risas y la euforia festiva. Comprendemos cierta melancolía conviviendo en los momentos felices de los Balsano que es la propia de lo que ya no va a volver a ser de la misma manera la próxima vez. Los personajes se ponen al servicio de una fuerza mayor que los ordena; los adultos organizan la cena, los asuntos burocráticos, y sienten a flor de piel la nostalgia del paso del tiempo; los policías de la ciudad custodian contemplativos la carretera; los pequeños juegan entre primos y hermanos, y los adolescentes se escabullen con sus amigos a celebrar la noche en la ciudad valorizando al máximo su juventud. Así surgen una numerosa cantidad de situaciones grupales coreografiadas donde toman lugar monólogos en los que algunos personajes reflexionan sobre sus vidas, la humanidad a gran escala y sus mundos circundantes. Es así como Christmas Eve in Miller’s Point navega el concepto de lo que es la Navidad, lo que debería ser y lo que nos gustaría que fuera, poniendo en primer plano los anhelos y la gratitud conviviendo en una misma larga mesa repleta de comida y familia reunida.