“El pasado y el futuro del cine”
Por Joaquín de Loredo
Cerrar los ojos, de Víctor Erice, comienza con una bella escena otoñal de la campiña francesa de 1947: al fondo se ve apaciblemente una antigua mansión ficticia llamada “Triste le Roy”, rodeada de inmensos jardines donde, en un rincón, se alza un busto con la cara de un joven que mira hacia atrás, a lo que una vez fue, y un hombre mayor con barba que mira hacia lo que está por venir. En esta escena, encontramos a un detective privado llamado Monsieur Franch reuniéndose con Monsieur Lèvi, un anciano rico y enfermo que, según sabemos, tiene la intención de contratar a Franch para encontrar a su hija desaparecida en Shanghai. Pero es justo después de esta conversación cara a cara de aproximadamente 15 minutos entre el dúo, cuando el detective acepta su misión y sale de la mansión, que nos damos cuenta a través de la voz en off de que lo que estamos viendo es simplemente una película dentro de otra.
Nos trasladamos entonces al Madrid de 2012, donde Miguel Garay, director de aquella película inacabada y viejo amigo de Julio, está a punto de asistir a un programa de televisión llamado “Casos sin resolver”. Esta ocasión finalmente lleva a Miguel a un laberinto de recuerdos y encuentros, en el que hace todo lo posible por descubrir qué le pasó realmente a Julio. ¿Está realmente muerto? ¿Estuvo involucrado en un asunto fatal que involucraba a las autoridades, como afirma un periodista conspirativo? ¿O simplemente cambió su estrellato por un precioso anonimato? Una cosa es segura: si bien narrativamente la idea de encontrar a Julio presenta una fuerza impulsora paralela (o incluso subsidiaria) para que la película se desarrolle como un thriller lento.
El virtuosismo de Erice en la poetización del género, desde El espíritu de la colmena (1973) es, hasta el día de hoy, uno de los mayores ejemplos de fusión de tramas de terror dentro de la estética europea de autor, así como su narración sutil y paciente, dan como resultado una magnífica historia de autodescubrimiento, configurándose como una reflexión detallada sobre la vida y la muerte, el amor y la amistad, y los atolladeros filosóficos del tiempo, la memoria, el olvido y el recuerdo.
Estructurado principalmente como una serie de largas conversaciones uno a uno entre Miguel y otros personajes, que generalmente tienen lugar en varios interiores para enfatizar la sensación de privacidad e intimidad, Cerrar los ojos trata la puesta en escena de una forma que permite que el flujo natural de las habilidades retóricas de los actores desempeñe un papel crucial a la hora de realzar toda la atmósfera seductora de la película. Utilizando una gran variedad de materiales, libros, fotografías, material de archivo y carteles de películas, e incluso un par de canciones que ayudan en las investigaciones (personales) de Miguel a lo largo del camino, el régimen visual único de Erice y sus tranquilas distribuciones narrativas abarcan una arqueología del pasado muy específica.
El director nos permite mantener nuestra fe en la belleza, el misterio y la magia de las películas como un acto constante de recuerdo frente al olvido. Ofrece una inmortalidad muy particular frente a la muerte, de modo que, a la manera de Jano, podemos volver la mirada hacia el pasado y el futuro del cine.
Titulo: Cerrar los ojos
Año: 2023
País: España
Director: Víctor Erice