“Mirarnos con un nuevo espejo”
Por Agustina Osorio.
Año 1963, el Dr. Emilio Castillo (Ezequiel Tronconi), un científico argentino, asegura que puede diseñar y llevar adelante un proyecto para que la Argentina llegue a la luna antes que EEUU y la URSS.
Alentado por su mujer Laura (Laura Laprida), tocarán algunas puertas hasta lograr que se cree el Ministerio de Asuntos Espaciales, en el cual Emilio ocupará el cargo de Viceministro, muy a su pesar. A partir de esto y ya situada en 1967, la historia se desenvolverá en torno a la construcción del cohete que nos llevará a la luna. Sin embargo, este Viceministro no tendrá acceso a los galpones donde se desarrolla el proyecto ni tampoco tendrá lugar a reclamos o solicitudes verdaderas, mientras su vida personal también irá sufriendo algunos traspiés a medida que el programa espacial avance (o no).
Astrogauchos relata en tono de tragicomedia o comedia negra esta historia en la que personajes desencantados, en especial el protagonista, sufren sin entender bien por qué, sin llegar a la misantropía; adornado con toques de absurdo y grotesco que hace difícil etiquetarla en un solo género.
El despliegue visual de la ambientación general de la época con un agregado pop, está milimétricamente pensado y logrado, casi al estilo Wes Anderson, donde los colores y el vetuario son un personaje más. Peinados altos, pestañas postizas, sombras coloridas, cigarrillos finos y whisky en la oficina están a la orden del día. Incluso hay un ratón alemán de BMW.
Sin embargo, el clima de los 60s no solo es retratado por el arte visual, sino también por otros elementos como la misoginia reinante: Emilio le pide a Laura que vaya a trabajar con él pero no para realizar ninguna tarea en particular, sino para que esté ahí con él, como su mujer… para calmarlo. Ni hablar de la relación del Ministro Luis Etchegoyen (un magistral Alberto Suárez) con su secretaria.
Este último personaje, a su vez, abre una ventana hacia el mundo burocrático del estado bajo el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía. Si bien la historia es ficticia, Szulanski se ocupa de retratar este elefante blanco al cual su creador le es negado el acceso. Un predio gigante, oficinas, galpones, decenas de operarios vestidos con mamelucos es el cotidiano de este famoso Ministerio de Asuntos Espaciales. El Ministro toma whisky en su oficina (como todos los hombres en cargos altos), se besuquea con su secretaria, se divierte con maquetas de futuras casas en la luna, comics y guiones de películas: “Imaginate a un grupo de gauchos materos que son convocados para luchar contra los salvajes espaciales y recuperar el chacho espacial… algo muy patriótico!”, le explica el burócrata al científico, mientras resume en una sola frase el ridículo enfoque del emprendimiento, la farsa en la que está metido Emilio y las miserias del aparato estatal; las cuales se irán profundizando a medida que las oficinas se llenen de secretarias sin tarea que leen Radiolandia y fuman sin parar, así como asensoristas que no pueden siquiera apretar un botón.
La ciencia termina corrida y excluida por la burocracia. El Ministro vuelve a explicarlo de manera clara: “¿Por qué una persona va a hacer el trabajo que pueden hacer dos? Entonces, mejor que lo hagan tres o cuatro” o “Hagamos un ensayo para la gilada…”.
La crítica surte efecto a través del grotesco y, si bien el estilo puede no ser del gusto de toda la audiencia, es de celebrar la innovación de su Director, Matías Szulanski al presentar una película distinta con elementos que cruzan nuestra argentinidad para que volvamos a mirarnos desde un nuevo espejo.
El mismo creador lo explica en la entrevista que dio para esta revista, cuando habla de la “des-solemnización” del cine en el país, lo que está dando lugar a que se hagan películas menos estructuradas, donde está permitido reirse y que estas creaciones sean genuinas.
Astrogauchos muestra que se puede hacer algo sin solemnidad, rompiendo reglas y pasándola bien, sin dejar de decir algo respecto del tema que se presenta⚫
Titulo: Astrogauchos
Año: 2019
País: Argentina
Director: Matías Szulanski