“Cuadros dentro de cuadros”
Por Ivan Garcia
Relato enmarcado – Uso de colores. Estructura coral – Cliches de Anderson – Metalenguaje.
Este año nos llegó una nueva película de Wes Anderson (¿y quizás llegue otra más?), precedida como suele ser por anuncios sobre el abultado número de estrellas, de actores y actrices que han trabajado con él en distintas producciones y que parece ir juntando acumulativamente. Algo similar parece ocurrir con su estética, que para muchos ya ha alcanzado el límite, y se acerca a la auto parodia. Si bien yo no lo veo así ( Grand Budapest Hotel me parece una gran película y The French Dispatch también tiene lo suyo), sí creo que esta incesante recurrencia desgasta en cierta medida la obra en su conjunto, y a su vez lleva a un formalismo tan marcado que puede descuidarse el fondo, puede perderse lo subyacente.
En Asteroid City asistimos a un relato enmarcado que es el que da título a la película, y es presentado como una obra de teatro realizada por un dramaturgo, que se daría en este nivel narrativo superior. Desde el vamos se construye un contraste fuertísimo entre ambos estratos: El primer nivel, el de realización de la obra de teatro, está filmado en blanco y negro, con un tono más realista (aunque no demasiado, ateniéndose siempre al humor seco característico de Anderson) y trata con un entorno urbano y artístico muy diferente. Por otra parte Asteroid City la obra, y segundo nivel narrativo de la película, posee una paleta saturadísima plagada de Naranjas y Cyan que parecen historias de Instagram pasadas por un filtro de Iphone. Esto va de la mano, además de la contraposición a la historia anterior, con una ambientación en el desierto sureño de Estados Unidos, en un pueblo minero abandonado que recibe un grupo de entusiastas de meteoritos bajo un calor lacerante.
Más allá de las evidentes yuxtaposiciones desde lo visual y lo temático, hay un cierto juego de espejos: la metanarrativa o la reflexión sobre el propio quehacer artístico suele estar presente de una manera u otra en los filmes de Wes Anderson, y en este caso ese trabajo es mucho más palpable. Otro ejemplo es la utilización de algunos actores en ambos relatos, tendiendo una especie de puente visual entre las historias.
Todos estos recursos son, en mayor o menor medida, moneda corriente en la obra de Anderson, y por eso es difícil no caer en la comparativa: ¿qué diferencia entonces a esta producción, o qué le da un valor en sí misma? Del mismo modo que en otras oportunidades, creo que la justificación para muchas de sus elecciones estéticas está bien lograda desde lo que se busca contar. Sin embargo se siente un poco desganada a comparación de películas anteriores. En The French Dispatch, por ejemplo, el relato enmarcado venía del hecho de que la idea central era homenajear a la revista New Yorker, entonces cada historia interior, además de funcionar individualmente, sumaba al relato general que enmarcaba al resto. En este caso la reflexión es más general, hay una vinculación mucho mayor con lo teatral, pero no parece llegar a nada nuevo ni particularmente interesante. Ya hemos visto muchos personajes con esa personalidad seca y monocorde mejor logrados en otras historias, e historias mejor trabajadas desde lo formal. Aquí parece ser que muchas de estas cuestiones se quedan un poco cortas.
Todo esto no es para decir que Anderson debería cambiar de estilo, o cambiar rotundamente su forma de narrar, o las temáticas que aborda. Pero sí que tanta repetición termina generando cierta apatía, más aún cuando la obra no está tan lograda como en casos anteriores, y cuando uno ha visto que en películas donde no se recurre a un formalismo tan taxativo y evidente (pienso en The Royal Tenenbaums, por ejemplo) el resultado es mucho mejor, una película más fresca, original, y emotiva.
Titulo: Asteroid City
Año: 2023
País: EEUU
Director: Wes Anderson