Algo viejo, algo nuevo, algo prestado (2024), de Hernán Rosselli (2)

“Realismo Social y Memoria Familiar”

Por Fernando Bertucci

En Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, Hernán Rosselli logra fusionar la narrativa de un drama criminal con un profundo sentido de duelo y nostalgia, creando una obra que atraviesa los límites entre ficción y documental. La historia sigue a una familia argentina dedicada a las apuestas clandestinas, cuyo patriarca ha fallecido recientemente. A partir de aquí, su esposa e hija, Maribel (interpretada por Maribel Felpeto), deben afrontar el peso de la pérdida mientras asumen las riendas del negocio y lidian con la constante amenaza de incursiones de las fuerzas de seguridad. Rosselli utiliza un enfoque que va más allá de la simple recreación de un género. El director combina la intriga del crimen con una exploración de la memoria y el dolor familiar, ofreciendo una visión íntima de una familia en crisis. La historia no se centra únicamente en las tensiones del negocio ilícito, sino también en la lucha de Maribel por comprender a su padre y las huellas que él dejó en su vida. A través de investigaciones en línea y recuerdos personales, ella reconstruye fragmentos de su historia, mientras equilibra la cotidianidad de citas, salidas a clubes y las responsabilidades del negocio familiar junto a su madre. No solo retrata la vida de una familia de apostadores, sino que crea un relato verosímil y desgarrador, que va más allá del simple argumento para adentrarse en los sentimientos de sus personajes.

Uno de los aspectos más notables es cómo el director juega con la forma y el estilo del cine documental. A medida que Maribel intenta acceder a las cuentas bancarias y redes sociales de su padre, Rosselli mezcla escenas de ficción con fragmentos de videos caseros de la infancia de la actriz, generando una narrativa híbrida que desafía las convenciones cinematográficas. Maribel narra los recuerdos de su vida familiar sobre estas grabaciones, y sus padres en pantalla son interpretados por sus padres reales, Alejandra Cánepa y Hugo Felpeto. La superposición de estos materiales genera una experiencia ambigua, en la que el espectador se pregunta si está frente a un documental o una ficción cuidadosamente construida.

Además de los videos caseros, Rosselli introduce una variedad de medios en la película, como grabaciones de cámaras de seguridad que capturan los espacios del negocio familiar y publicaciones en redes sociales que añaden una capa contemporánea al relato. La banda sonora también refuerza esta mezcla de realidad y ficción, con grabaciones de llamadas telefónicas de clientes que se entrelazan en varias escenas. Esta multiplicidad de medios permite que la película cruce las fronteras entre lo real y lo imaginario, logrando un impacto profundo en el espectador.

En la línea de un cine argentino contemporáneo que desafía estructuras narrativas tradicionales, Rosselli aporta su segunda película, una obra que explora los límites de lo documental y lo ficcional. Con un enfoque casi filosófico, el director construye un retrato de una familia a punto de colapsar, donde cada interacción está teñida de una melancolía que evoca el final de una era. 

Titulo: Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

Año: 2024

País: Argentina

Director: Hernán Rosselli

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