TOMÁ

Inspo: The Lost Daughter de Maggie Gyllenhaal

Por Santi Nader

El primer 

día del año

ordeno la casa completa 

con mucho dolor 

en las tripas, explotan 

de arroz y de 

bohios y 

alcohol y 

camino a ver Seinfeld 

o alguna idiotez que 

no haga

pensar, encuentro

una peli que 

no quiero ver 

en principio 

y no puedo ignorar 

cuando Netflix me 

muestra el avance: 

dos bellas mujeres

se hacen preguntas,

se piden perdón, y 

parece que

una se va a comer 

a la otra en instantes

después viceversa, y yo pienso 

“Se van a coger” y la peli 

ni ahí va de eso, sino

de algo mucho mejor que

no pienso spoilear y 

doy play a la peli y

me invade la angustia, 

rebalsa en mi ser 

mientras pienso 

“Jamás seré madre,

si hay algo que nunca

seré, es: 

ser madre” a lo sumo 

un ¿un padre? 

¿Seré? 

¿Seré un padre? 

Qué angustia y 

qué alivio a la vez, qué 

horror ser un padre 

una madre, qué 

amor ser un padre

una madre, qué 

horror ser Olivia Colman, qué 

amor ser Olivia Colman en 

esta película 

digo, imagino

que alguien que amo

 

me deja 

 

con hijas chiquitas

 

me dice: “Me voy” y 

yo digo: “¿Ah? ¿Qué?” y

me dice: 

“Me voy. 

Cuidá de tus hijas

vos solo, me

voy a seguir con mi vida” Es

tan, tan 

probable que

yo 

ame a alguien

así de egoísta, es

tan, tan 

probable que

en serio

sería capaz, 

pienso yo, de 

vivir algo así y 

recuerdo una peli

Love Streams 

que vimos un día en

taller de actuación

hace diez

once años, con 

quince o catorce

me pelo los nervios 

con esa mujer que  

hace todo por 

que su marido 

y su hija se rían, emplea

unos mini artefactos de 

tienda de chascos, les 

hace los chistes, les 

saca la lengua, les

pone caruchas y 

ellos 

nos mueven 

ni una pestaña, hoy día

estuve en mi 

casa de infancia

soy grande y

estoy de visita y 

le veo la cara a mi madre 

agotada 

que friega y repasa los pisos 

recoge juguetes de 

chicos que 

no son de ella, la veo 

secarse la frente de 

tanto cariño y lavar

una parva abusiva de platos, yo

pienso: 

“Un día, ¿se irá?” y 

recuerdo la noche, el

primero de enero 

durmiendo con aire y 

soñando lo mismo

que me imaginé 

horas antes: quien 

amo 

 

me deja

 

con hijas chiquitas 

 

me dice: “Tomá. 

Cuidá de tus hijas

vos solo.

Estas nenas 

son tuyas.” 

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