Non Western (2020), de Laura Plancarte

“La Información Necesaria”

Por Javier Grinstein

Hay cierta cuestión ética en el trabajo de un documentalista acerca de su intervención. Filmar es intervenir, por supuesto. Pero, más allá de eso, en el documental de observación se nos dispara siempre la pregunta de cuánto de lo que vemos interpretado por la gente en la pantalla fue capturado sin la consciencia del “ser filmado”. O si algo de lo que allí sucede no fue planeado, estimulado. Non Western es un documental que por momentos despierta una sensación de ficción. Pero llevando siempre esa cosa esquiva, incómoda, obtusa que tiene la narración documental. Es difícil no conjeturar que todo eso que se ve, es una de esas ficciones que se toma un riguroso empeño en hacer desaparecer sus artificios. Mi sospecha es que eso se produce porque la información que necesitamos para entender lo que nos muestra es incompleta. 

Thaddeus es un hombre de origen Chayanne que está a punto de casarse con Nanci, una mujer blanca. Él dejó a su comunidad de adolescente para completar sus estudios, participó en una guerra y ahora es conductor de un transporte. Ella, junto a su madre y sus dos hijos, fueron aceptados por una comunidad Lakota luego de experimentar “una familia rota” y ahora devino en docente en una fundación, habiendo completado un doctorado. 

Las dos cámaras de Laura Plancarte siguen a esta pareja en las vísperas de su casamiento por distintos lugares del estado de Montana, mostrándonos pormenores de sus rutinas. Las preguntas que se plantean de forma permanente, escena a escena, son qué rol tendrán cada uno de ellos en esa familia y bajo qué tradición construirán ese hogar. A través de nuestro cristal occidental y contemporáneo: ¿Cuánto patriarcado puede soportar una feminista enamorada de un hombre que también ha sufrido algún tipo de opresión? 

Sin embargo, las contradicciones internas de cada uno de ellos son aún más profundas de lo que podemos entender en el comienzo de la cinta. De esa tensión que percibimos en las cuestiones cotidianas. Porque, de vuelta, no contamos con toda la información necesaria. 

Non-Western entre escena y escena usa de separadores dos tipos de imágenes: Una, animales como vacas, perros, caballos, expuestos en cámara lenta. La otra, durante viajes en auto, paisajes que se desplazan a un velocidad vertiginosa. Ahí está plasmado el pensamiento de su realizadora en clave audiovisual. La tensión entre lo que cambia y lo que está detenido. O que tiene otros tiempos. Lo primero, es quizás, lo social, lo exterior, ella. Lo segundo, “lo natural”. En una secuencia, Nanci camina por encima de Thaddeus y él se molesta exageradamente. Luego de recibir unas sinceras disculpas, insatisfecho, le recuerda a ella que según la tradición Chayanne pasar por encima de alguien es llevarse su alma. Cuando ella alega no saber, él la interpela con algo así como: “Más allá de que no sabías eso, ¿A vos te gusta que te caminen por encima?”. Para Thaddeus lo “tradicional” y lo “natural” son sinónimos. 

El documental avanza en el mismo sentido. Lo que crece es la información que tenemos de ellos. Un personaje memorable es la madre de Thaddeus a la que nunca le vemos el rostro. Cuenta, fue adoptada por una familia católica, sufrió abusos, maltratos y retornó luego a la comunidad de la que fue arrancada. Esto no es un caso aislado, la historia de la madre es un testimonio valioso de un accionar sistemático del estado estadounidense durante cerca de cien años asimilando y debilitando a todas las comunidades nativas para avanzar sobre sus territorios. Plan que consistió en adoctrinar a los jóvenes en escuelas pupilos y en quitar a niños forzosamente de sus familias y darlos en adopción. Esta información no está en el documental y es información necesaria. Porque le da profundidad a su protagonista. Para quienes no las tienen de antemano, es de vital relevancia y llegan muy cerca del final. Cuando esto sucede, las tensiones que se nos presentaron siguen ahí sólo que ahora las entendemos con mayor profundidad y quizás deseamos haberlas sabido entender mejor antes. Pero por encima de todo nos queda la sensación de que la experiencia está incompleta. 

Y lo está. 

En la web del festival cada película nos ofrece una entrevista con su realizador. En el caso de Non Western, esta entrevista es lo que completa la experiencia. Recomiendo no ver una sin la otra. Porque Laura Plancarte ahí, pone en evidencia un tercer actor involucrado en la trama de tremenda importancia. Ella misma. 

En la entrevista explica el proceso narrativo, como fue formándose el eje de la película, como quedó armada la idea final. Lo que queda claro de esta, es que su documental no es del tipo de documental de observación donde la cámara es invisible, se camufla con las paredes y obtiene de sus observados material que desoculta una intimidad. Por el contrario, Laura intervino fuertemente a la pareja, porque en el proceso ella fue también encontrando cosas que la involucraron y ha actuado en consecuencia. Pero luego, tomó la decisión de no incluirse. Y su arco personal es Información que necesitábamos. 

Tengo dos conjeturas sobre esta decisión. La primera es que Laura nunca, ni en la isla de montaje, pudo estar por encima de la situación para ser consciente de la importancia de su propia participación. La segunda es que decidió de todas formas, preservarse. 

Non Western no es solo un documental que se sostiene porque encontró un universo con mucha densidad dramática y con voces que merecen tener tiempo de pantalla. Sino que también en su proceso, cuando completamos la experiencia, es un interesante documental sobre sus propias cuestiones ético-estéticas⚫

Titulo: Non Wester

Año: 2020

País: Reino Unido

Directores: Laura Plancarte