Niña mamá, la nueva película de la directora Andrea Testa (Pibe chorro, La larga noche de Francisco Sanctis), filmada en la intimidad de hospitales públicos del conurbano bonaerense que pone en escena la voz de adolescentes que están transitando embarazos o han decidido no hacerlo. consiguió la Mención Especial dentro de la competencia de Mediometrajes del IDFA, International Documentary Film Festival Amsterdam, que se desarrolla entre el 20 de noviembre y el 1 de diciembre en esa ciudad holandesa. A media voz, de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández, ganó el Premio al Mejor Largometraje Documental.

La película de 66 minutos, cuyo guion fue escrito por la directora y Francisco Márquez, transcurre en la intimidad de los consultorios de un hospital público. A partir de la voz de jóvenes mujeres que transitan maternidades en su adolescencia, atravesadas por violencias y una extrema vulnerabilidad, la película ahonda en las vicisitudes de la toma de una decisión: continuar o no con un embarazo.
Niña mamá es el encuentro con las historias de vida de ellas, las tensiones de estas maternidades forzadas y el miedo latente que provocan los abortos inseguros y clandestinos.
El premio al mejor largometraje fue para A media voz, de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández, donde a través de la correspondencia audiovisual entre dos cineastas cubanas radicadas en Galicia y Ginebra, se articula el diálogo de este documental auto-etnográfico. Dos mujeres que se abalanzan sobre los 40 años y que afrontando los retos de la emigración intentan reconstruirse lejos de Cuba. Dos historias en las que identidad, maternidad y creación se entrecruzan y se impulsan mutuamente.
El mejor mediometraje fue elegido Anticlockwise (Irán), de Jalal Vafaei. La coproducción entre Irán y Noruega Sunless Shadows, Mehrdad Oskouei, y la producción neerlandesa Punks, de Maasja Ooms, destacan también entre las cintas galardonadas.
El Premio FIPRESCI de la crítica recayó en Alyx Ayn Arumpac por Aswang (Filipinas, Francia, Noruega, Qatar, Alemania).