“Qué linda es la familia unida”
Por Mecha Revuelta.
Sol y Francisco, protagonistas de Los niños de dios son dos hermanos criados dentro de una comunidad religiosa llamada “La familia internacional” en este film son registrados por la cuidadosa lente de Martín Farina.
A ambos los rodea el canto, las manualidades, el misterio y sin dudas el hecho de haber sido criados en un contexto cerrado los muestra expresando diversas sensaciones entre ellas reclamos a su madre por esa elección.
Es interesante la manera cinematográfica en que Farina expresa ese misterio, esa distancia a la vez intima a sus protagonistas, mostrando la soledad de los hermanos conversando mientras pintan, dibujan, o las secuencias de Francisco en la pileta o en el médico, entre otros nos adentran en cierta atmósfera.
La extrañeza está presente desde el inicio del film tomando por asalto al imprevisto espectador, que en este film transitara por escenas en la comunidad, cantando a coro, interpretando instrumentos, el fanatismo por la celebración navideña o incluso el rechazo al habitual y populoso festejo de navidad por parte de Sol, abarcando todo un espectro.
En el metraje del film vemos una secuencia de una populosa reunión en un jardín con pileta y se observa a Sol en una extraña circunstancia: la vemos hablando en inglés y cuidando maternalmente a un niñe, lo interesante del hecho es que no se amplían mayores detalles, dejando el trabajo interpretativo activo y abierto al espectador.
Es llamativo cómo tanto Francisco como Sol siendo adultos jóvenes con sus dudas y circunstancias siguen apegados al mandato de sus padres, a la elección de vivir en ese contexto, bajo esas reglas y condiciones, alejados de otras realidades.
No obstante, es preciso aclarar que les hermanes son retratados con absoluta naturalidad y cotidianidad por la lente de Martin Farina, ellos transcurren entre los coros musicales, las actividades diversas dentro de comunidad como si no pasara nada más, sin aparentes alteraciones, en un fluir por lo menos extraño en el contexto actual.
Desde luego esto asombra al espectador que se encuentra frente a este film Los niños de dios porque el director no solo se atreve con semejante título (muy adecuado, por cierto) y lo que este implica, si no que nos presenta un proyecto bastante ambicioso por sus características.
La complejidad de ambos hermanos para intercambiar fuera y al exterior de la comunidad en que fueron criados, los hace formular reclamos a su madre por el hecho de haberlos extraído de su familia originaria y alejarlos de otros afectos.
Es importante mencionar la calma natural en que transcurre Los niños de dios, es un enrome mérito de Farina poder haber registrado todo en esa clave, porque no nos muestra grandes conflictos, sin embargo, vemos a Sol y Francisco fluir en una aparente calma que sugiere cierta latencia de peligro inminente.
Sin dudas Los niños de dios, interpela al espectador, por lo osado del título y más aún por el modo en que desarrolla los hechos, el hecho de posar su lente en este par de hermanes en íntima proximidad a su contexto.
Titulo: Los niños de Dios
Año: 2021
País: Argentina
Director: Martín Farina