“Lo podrido detrás del éxito”
Por Rocío Rivera.
Nací a los doce años en una subasta de la Metro Goldwyn Mayer.
Judy Garland
Hay una frase espantosa que se repite hasta el hartazgo y que, quien escribe, desacuerda casi por completo: “Detrás de un gran hombre, existe una gran mujer”, reprochable por donde se la lea o escuche. Pero hay otra frase que sí puede tener algo de verdad respecto a las condiciones y consecuencias de la actividad humana “No todo lo que brilla es oro”. Y así muestra Judy, dirigida por Rupert Goold, la historia detrás de la fama, el éxito y la diversión que Judy Garland vendía en sus películas todas con finales felices, lo cual no fue su caso.
El film presenta el ocaso y el intento de reivindicación de la famosísima Judy Garland 30 años después del film que la catapultó a la fama, El Mago de Oz (1939) ¿quién no vio de niñe, e incluso de grande, aquel camino amarillo como una reivindicación a la perseverancia, a la amistad y a seguir los sueños como algo posible? Pero todo aquel mensaje, no era más que la fantasía de una industria devenida a un monstruo de la producción en serie, de la reproducción y perpetuación de formas y estereotipos irrisorios, imposibles y completamente irreales. ¿Por qué? Judy se encarga de mostrar todo lo explotador e insensible de cualquier actividad humana, pero particularmente en este caso del cine como industria, a través del devenir de su protagonista en los dos momentos etarios que marcaran el clima del film: en principio, toda la producción de El Mago de Oz, todo aquello a lo que era sometida la adolescente Judy, y finalmente la caída en picada del último año de vida de Garland, quien al intentar salir del mal momento económico y personal por el que pasaba (hacía más de seis años de su última producción fílmica), se hunde aún más en situaciones perjudiciales para su pisoteada realidad.
Si bien el film recurre a algunos sentimentalismos clásicos y eficaces para un cine de narración clásica y comercial, Judy funciona porque trae al imaginario colectivo una historia triste dentro de la industria donde los sueños se hacen realidad y da por tierra la vendida premisa del sueño americano. Un excelente trabajo de investigación de la actriz protagonista René Zellweger, quien realiza a la perfección movimientos, modismos y expresiones de la Judy alegre y performática que se veía en escena (tanto cine como en teatro o conciertos) al mismo tiempo que se permite la introspección de la Judy fuera del personaje publico, con todos sus vicios, inseguridades y tristezas encima. El vestuario, la escenografía y el maquillaje, acompañan este viaje nostálgico a la década del 60 para representar el “sunset boulevard” de quien supo ser A Star is Born (1955).
El film emociona y permite reflexionar, pero no sólo desde la individualidad del caso Garland, sino desde la naturaleza del ser humano. Ya que parece inaudito pensar que ese mismo ser humano que piensa, crea y perpetúa una industria del entretenimiento y del conocimiento como es el cine, sea el mismo que a través de él, creea estereotipos nocivos a nivel social (como los cuerpas que se representan en series y películas, alejados del 80% de los cuerpas reales) y que generan ganancias ejerciendo y accionando desde una postura completamente contraria a los imaginarios colectivos y mensajes que transmiten en sus films.
Eso muestra Judy en sus 118 minutos de cinta y por eso emociona, porque muestra la ambición y la individualidad que realmente caracteriza a la humanidad en la era capitalista, donde lo que prima es la explotación “del hombre por el hombre”, desde rappi, glovo, el trabajo tercerizado, monotributista, el trabajo irregular y, también, desde el cine, porque es un arte pero también es una industria… manejada por el ser humano. Y como comprueba la historia de la humanidad… todo lo que el ser humano toca, lo destruye: la naturaleza, el mismo ser humano y toda y cada una de las actividades que se ha propuesto desarrollar. Esta oscuridad subyacente a la humanidad, es lo que nos trae Judy, que por más que esté adornada de excentricidades, paisajes londinenses y el fetiche de que por amor al arte todo vale, ha sido una explotada y una víctima vip de la industria que vende espejitos de colores a todo el mundo⚫
Titulo: Judy
Año: 2019
País: Reino Unido
Director: Rupert Goold