Por Mauro Lukasievicz
Entre Juana a los 12 y Arturo a los 30 notamos rápidamente, y más allá de la conexión del título, que ambas películas comparten un mundo específico en cuanto a sus protagonistas, pero en el medio de las dos películas hay mucho tiempo ¿cómo fue el proceso para Arturo a los 30 y en qué crees que fue diferente con Juana a los 12?
Cuando hicimos Juana a los 12, el proceso fue bastante rápido debido a diversas circunstancias. Éramos un grupo de jóvenes de 23 años, sin demasiadas ocupaciones y el equipo trabajó gratis. Además, había que apurarse porque mi hermana, quien era la protagonista, estaba en una etapa de crecimiento descontrolado. Planetas se alinearon y se concretó de forma rapidísima. Lo opuesto a esto fue con Arturo a los 30, que fue atravesada por una larga espera, agravada por la pandemia. Finalmente el paso del tiempo fue incorporado y capitalizado por la película, pero la verdad que fue un horror.
También en tus películas encontramos una idea de que todo forma parte de un proceso, algo casi terapéutico de como atravesar diferentes momentos de la vida y/o situaciones ¿qué tanto hay de experiencias y sensaciones personales en tus guiones?
Supongo que son dos verdades opuestas que coexisten. Todo es personal y al mismo tiempo nada de eso me pasó.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar delante y detrás de cámara al mismo tiempo?
Tuve mucha ayuda en el rodaje. Mariana Sanguinetti, Nacho Ceroi y Fede Lastra fueron personas que me dieron muchísimo apoyo, tanto en correcciones de como estaba actuando como en la delegación de diferentes tareas. Me respaldé mucho en ellos. El proceso de montaje, eso de tener que ir a enfrentarte con tu voz y cara de estúpido todos los días, resultó ser más desafiante. De no ser por Ana Godoy, la montajista, no sé que hubiese pasado.
Hay algunas escenas realmente llamativas desde lo visual, por ejemplo el accidente de auto ¿cómo fue que lograste el financiamiento y qué condiciones pudiste filmar?
Que el accidente de auto se vea como se ve es gracias al ingenio de Paloma Torras como jefa de producción y productora. No teníamos los medios para hacerlo y sigo sin entender del todo como se logró. Los chicos de Un Puma , Vicky Marotta y Jero Quevedo, acompañaron el proceso desde el principio y también consiguieron cosas inconseguibles. Franco Bacchiani hizo lo mismo. Las condiciones de rodaje fueron muy particulares, estábamos por empezar la última etapa cuando irrumpió la pandemia. La terminamos de filmar apenas se abrió un poco y aparecieron algunos permisos. En las escenas multitudinarias del casamiento creo que era la primera vez desde que empezó la pandemia que estábamos en un lugar con tanta gente. Fue todo un poco surreal.
¿Cómo fue la experiencia de estrenar mundialmente en la Berlinale, uno de los festivales con mayor prestigio del mundo?
Fue muy lindo, tuve mucha suerte que una gran parte del equipo y mi familia me acompañó.
¿En qué otros proyectos te encontrás trabajando?
Hay un guión que estoy corrigiendo. Ojalá que cuando lo termine se puedan seguir haciendo películas.
Titulo: Arturo a los 30
Año: 2023
País: Argentina
Director: Martin Shanly