“Criticar al Imperio con las armas del Imperio”
Por Sebastián Francisco Maydana
Un arqueólogo recorre Tenerife con una máquina fotográfica y un magnetófono. Va recogiendo imágenes, cerámicas, restos humanos y testimonios acerca de los guanches, uno de los pueblos indígenas de las islas Canarias. Cincuenta años después, estas grabaciones suenan más graves, son voces deformadas de pastores que se esfuerzan por recordar qué había allí antes de la anexión por parte de España.
Que los discursos científicos no son inocentes ni neutrales, ya todos lo sabemos. En particular, la arqueología y la antropología nacieron al calor de la expansión colonial europea y con el objetivo expreso de conocer a esos Otros a quienes pretendían gobernar. Por ello, detrás de una pregunta aparentemente inocua como la de qué nombres los pastores le dan a las cabras, podemos intuir un aparato estatal con pretensiones imperiales y el nombre de un dictador terrible: Francisco Franco.
Alguien podría decir que De los nombres de las cabras no es tanto un trabajo de denuncia como un esfuerzo de archivo. Pero estaría equivocado. Rescatar voces, fotografías, fragmentos de películas documentales, ficcionales y propagandísticas, es también parte de la denuncia aunque sean todas imágenes producidas por los conquistadores. El espectador puede fácilmente decodificar estos discursos, contextualizarlos. Hacerlo por él sería subestimarlo. En cambio, los directores trabajan con habilidad y economía, basándose en algunas convenciones de distintos géneros cinematográficos. Su intervención, que a primera vista podría parecer mínima, es por el contrario ubicua.
El montaje y el tratamiento digital de las imágenes recuperadas parecen inspirados en viejas películas de terror mudas, y la música oscila entre el terror y el policial negro. Una atmósfera sombría y misteriosa se proyecta así sobre las Canarias, esas islas africanas bañadas todo el año por el sol ecuatorial. El resto queda a la libre interpretación del espectador.
De los nombres de las cabras es una investigación archivística, casi académica, de un crimen perpetrado contra una etnia entera. O mejor dicho, contra su memoria. A los pobladores de Tenerife se les impuso un idioma, un rey, una religión. Las preguntas del arqueólogo insisten sobre este último punto, que los hermanaría con los conquistadores españoles y justificaría la conquista. Los reportajes de época franquista no son tan sutiles, y proclaman abiertamente que era necesario terminar con los primitivos habitantes para que la isla (y España) pudiera progresar. Es en el juego entre estos (no tan) distintos discursos que se construye la historia. Los realizadores no hacen más que dejar pequeños indicios de cómo ensamblarlo, construyendo así una crítica al Imperio con las armas del Imperio.

Titulo: De los nombres de las cabras
Año: 2019
País: España
Directores: Silvia Navarro Martín y Miguel G. Morales
